Si el plan para el próximo fin de semana largo es salir a recorrer el norte argentino, hay un sitio en Salta que combina lo mejor de la tradición, el arte textil y la naturaleza. Allí, el tiempo parece pasar más despacio y cada detalle cuenta una historia distinta.
El atractivo principal no está dado solo por su entorno montañoso o por la calma que transmite su plaza central, sino también por la fuerte identidad cultural que late en sus calles. El visitante puede encontrarse con artesanos reconocidos por sus ponchos únicos, casonas de adobe que mantienen viva la arquitectura colonial y hasta rincones cargados de mística que se transmiten en leyendas locales.
Este destino de los Valles Calchaquíes no es solo un paseo turístico. Es también un lugar de memoria: en su plaza se recuerda la primera junta vallista que se formó en 1814 para apoyar a las tropas de Belgrano. Caminar por allí implica conectarse con la historia, con los pueblos originarios y con la tradición gaucha que sigue presente en cada fiesta patronal.
Dónde queda Seclantás
Seclantás está ubicado en el Valle Calchaquí, al suroeste de la ciudad de Salta. Desde la capital provincial hay dos caminos posibles: unos 150 kilómetros por la Ruta Provincial 33 y la 42, o bien unos 184 kilómetros tomando la Ruta Nacional 40. Aunque no existe un registro oficial de su fundación, se calcula que comenzó a formarse hacia fines del siglo XVIII como un antiguo asentamiento de hacienda-oratorio.
Qué puedo hacer en Seclantás
Una de las paradas obligadas es el Camino de los Artesanos, en el paraje El Colte. Allí se pueden ver telares de palo plantado en acción y conversar con los propios tejedores, que abren sus talleres a los visitantes. El poncho seclanteño, emblema provincial, es una prenda buscada tanto por músicos folclóricos como por coleccionistas de todo el país.
Pero no todo se limita a la artesanía. El pueblo sorprende con la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, levantada en 1835, con colores vibrantes en su interior. También se puede subir al Cerro del Vía Crucis para obtener una vista panorámica del río Calchaquí y de los cerros cercanos.
En los alrededores, la laguna de Brealito ofrece un paisaje único a más de 2.000 metros de altura, donde el agua cambia de tonalidad según la luz del sol y conviven flamencos con pejerreyes. Para los que buscan un poco de aventura, a 20 kilómetros del pueblo hay formaciones rocosas rojizas que forman túneles y bóvedas naturales a las que se accede con una caminata exigente.
La gastronomía también merece su tiempo: empanadas salteñas, tamales, chivito al horno de barro y dulces caseros son parte de la propuesta, junto con vinos artesanales como el patero y la mistela.
Seclantás
Revista Lugares
Cómo llegar a Seclantás
Desde la ciudad de Salta, el camino más transitado es por la Ruta Provincial 33, que atraviesa la Cuesta del Obispo y conecta con la 42. También se puede llegar por la Ruta Nacional 40, un trayecto un poco más largo pero muy pintoresco, que atraviesa pueblos como Molinos y Cachi.