Los mejores trucos para cocinar el cerdo y que quede siempre jugoso

La carne de cerdo es cada vez más consumida en Argentina: además de ser más económica que los cortes de res, también aporta múltiples beneficios para la salud por su bajo contenido de grasas. Sin embargo, la cocción tiene sus secretos y es clave saber los mejores trucos para que el cerdo quede siempre jugoso.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destaca que esta variedad de carne es rica en nutrientes y vitaminas, además de ser una de las fuentes con mayor concentración de proteínas. Entre otros beneficios, su consumo favorece la digestión y el normal funcionamiento del sistema inmunológico.

Durante mucho tiempo se creyó que el cerdo tenía un alto contenido de grasas y se lo asociaba con el aumento del colesterol, pero actualmente se ha comprobado que aporta un equilibrio nutricional, ya que combina proteínas de alto valor biológico y una moderada cantidad de grasas.

Cómo hacer para que el cerdo quede jugoso

Si no se cocina correctamente, la carne de cerdo puede quedar seca y elástica. Aunque la cocción no es complicada, siempre es útil tener a mano algunos trucos para asegurarse de que quede jugosa.

• Controlar la temperatura: si la carne se prepara a la plancha o en la sartén, lo mejor es hacerlo a fuego medio para evitar que se seque o se queme.
• Marinar la carne: esta técnica consiste en darle una doble cocción al cerdo. La primera, en una hornalla a fuego bajo con un poco de aceite de oliva y una ramita de tomillo o romero, durante aproximadamente media hora. Y la segunda, en una sartén a fuego muy fuerte hasta que esté lista.
• Rebozar la carne: si se prepara como la tradicional milanesa (primero harina, luego huevo y finalmente pan rallado), esta capa ayudará a que los jugos del cerdo no se escapen durante la cocción y quede mucho más tierno.
• Precalentar el horno: es importante prenderlo unos minutos antes de meter la asadera. Además, sirve agregar vino, verduras u otros ingredientes que aporten jugos y humedad durante la cocción para que la carne no se seque.