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Buenos Aires Turismo
El Templo Escondido fue construido en 1893 donde antes vivió Felicitas Guerrero, asesinada el día de su boda.
Es un sitio poco conocido pero muy atractivo para recorrer. Combina arquitectura patrimonial, espiritualidad y valor cultural. Puede visitarse en cualquier época del año sin restricciones.
Debajo del edificio hay túneles históricos que hoy forman parte de un museo con visitas guiadas los últimos fines de semana del mes.
La leyenda local afirma que el fantasma de Felicitas recorre el templo y que mujeres dejan pañuelos en las rejas para pedir buena suerte en el amor.
En plena Ciudad de Buenos Aires existe un templo que, a pesar de su imponente arquitectura y su extensa trayectoria histórica, pasa inadvertido para muchos. Con más de 130 años de antigüedad, este espacio mantiene una atmósfera única que invita a detenerse, recorrerlo y descubrir los detalles que resguardan sus muros.
Su valor no se limita solo al aspecto religioso: el edificio es una pieza clave del patrimonio arquitectónico local y una ventana al pasado de la ciudad. Cada rincón revela huellas de otra época, desde su diseño hasta las historias que han atravesado generaciones.
Cómo es el templo escondido que está en CABA y tiene mucha historia
iglesia santa felicitas
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El Templo Escondido fue construido en 1893 dentro del Colegio Santa Felicitas, en el barrio porteño de Barracas. Antes de convertirse en institución educativa, allí vivió hasta 1872 Felicitas Guerrero, una joven de gran fortuna que murió asesinada el día de su boda por un enamorado rechazado. Con el paso del tiempo, sus padres donaron la propiedad a sacerdotes para que fundaran una escuela y llevaran adelante obras de beneficencia en su nombre.
La capilla, de estilo neogótico y ubicada en el segundo piso, fue diseñada como una réplica del santuario de Notre Dame y conserva 28 vitrales franceses creados por Gustave Pierre Dagrant, el mismo artista responsable de los vitrales de la Basílica de Luján. Aunque nunca se habilitó como espacio religioso, se usó siempre para actividades culturales como conciertos corales y muestras.
La tradición oral indica que ese lugar habría sido pensado como el oratorio personal de Felicitas. Debajo del edificio se extienden antiguos túneles que conectaban la casa y servían para guardar alimentos; hoy funcionan como parte de un museo temático dedicado a la historia de Buenos Aires, los inmigrantes y los oficios antiguos. Las visitas guiadas se realizan los últimos fines de semana de cada mes, con ingreso por Pinzón 1480. La escuela abrió finalmente sus puertas el 30 de enero de 1879.
Con el tiempo, surgieron relatos entre los vecinos que aseguraban oír pasos en la nave del templo durante la noche, cuando ya estaba cerrado. De ese imaginario nació la leyenda del espíritu de Felicitas y una curiosa costumbre: mujeres que desean casarse atan un pañuelo a las rejas del lugar. Si al amanecer aparece húmedo, se interpreta que Felicitas (llorando desde el más allá) les desea buena fortuna para que no sufran un destino trágico como el suyo.