Cocinar un buen churrasco en el hogar puede ser una tarea simple y difícil al mismo tiempo, ya que no siempre se logra el punto deseado, el sabor o puede quedar muy seco o quemarse demás. Por este motivo, se debe tener presente algunos secretos que ayudarán a conseguir un bife irresistible.
Según los expertos cuando un filete es bañado con manteca, su centro se cocina de manera suave y uniforme mientras su exterior adquiere una hermosa costra color bronce impregnada de jengibre, ajo y hierba, para lograr esto hay que realizar los siguientes pasos.
Cómo hacer un churrasco sabroso y tierno
Para lograr un bife delicioso se debe sazonar cada filete con sal gruesa visible sobre la carne roja. Después sellar la capa de grasa de la carne, sujetándola con unas pinzas de manera perpendicular a la plancha de metal caliente. Tras dorar ambos lados del corte en su propia grasa, haciéndolo chisporrotear con movimientos expertos, pasarlo al horno para concluir la cocción.
Por otro lado, bañar el bife con manteca ayuda a conseguir un interior rosado y uniforme, jugoso y tentador. Este método es una técnica clásica francesa conocida como arroser, consiste en sellar el filete para después añadir la manteca y especias aromáticas como ajo y hierbas frescas, inclinando la sartén para agregar el jugo repetidamente sobre la carne hasta que alcance gradualmente una temperatura interna de unos 120 grados Fahrenheit.
Cuando el filete esté fuera del fuego, seguirá subiendo de temperatura hasta alcanzar un buen término medio. Bañar el bife con manteca ayuda a conseguir un interior rosado y uniforme, jugoso y tentador, evitando dejar una clara línea roja en el centro, que a menudo es dura y de alguna manera es caliente y fría al mismo tiempo.
Según los chefs, el baño de manteca solo funciona cuando esta se encuentra en un estado “caliente y espumoso”, pues de este modo su alto calor puede ayudar a elevar la temperatura dentro del filete, además de formar una buena corteza. Si la manteca no está espumosa, no funciona.
Se sugiere poner atención para escuchar “el chasquido de las hojas de tomillo”, un buen indicador de que la manteca se encuentra lo suficientemente caliente. A esto se le suma un tip imprescindible para cocinar bifes en casa que es una temperatura muy alta en la plancha. Pero eso no es todo: también se necesita un calor más suave y uniforme, proporcionado por un horno o, como en esta receta, un baño de manteca.
Cuando un filete sellado es rematado con un baño de grasa caliente, su centro se cocina suave y uniformemente, y en su exterior se forma una costra impregnada de lo que se decida añadir. En esta receta, el jengibre, el ajo y las hierbas aportan sus aromas; el jengibre también desprende sus azúcares, que se caramelizan y dan una textura pegajosa y brillante a la salsa de sartén, logrando un bife delicioso y jugoso.