El carnaval posee raíces históricas difusas, pero casi indudablemente europeas y medievales. No obstante, hoy día es tan latino que, allí donde la latinidad es fuerte, se hace sentir.
El carnaval posee raíces históricas difusas, pero casi indudablemente europeas y medievales. No obstante, hoy día es tan latino que, allí donde la latinidad es fuerte, se hace sentir.
Por eso este el fin de semana se vivió el 25° aniversario del Carnaval de Miami, versión Coral Gables, una de las ciudades más hermosas del condado de Miami Dade -semejante a un municipio argentino, en cuanto a su organización política.
Estamos hablando del evento de dos días consecutivos denominado Carnival on the Mile, la festividad callejera que se monta en una zona céntrica, especialmente gastronómica, del sur de Miami, denominada Miracle Mile (la zona milagrosa).
Desde las 10 del sábado hasta las 12 de la noche del domingo, hubo música en vivo en 3 escenarios, puestos de toda clase de comida, ropa, accesorios, merchandising de diversos sponsors, y gente colmando la zona, bailando, cantando, disfrutando.
Para hacerse una idea clara de lo anterior, hay que sazonarlo con un perfume a cigarro cubano que inunde el aire. Se mezclará con el humo de los carritos que venden tacos mexicanos, y parrilladas argentinas, desde luego. Y con las fragancias de hombres y mujeres que llegan, cerca del mediodía, para recorrer los muchos puestos de artistas plásticos que exponen sus obras, también.
¿Beberemos alcohol aunque el sol nos pegue en la cabeza de lleno? Sí, claro que sí.
Por cierto, los perros son un capítulo aparte.
Por estos lares están de moda las razas pequeñas, cuyos ejemplares pueden aparecer sostenidos por sus patas, o bajo el brazo de alguno de sus dueños, o incluso en cochecitos de bebé.
Los chicos pueden comer algodón de azúcar y hacer girar las ruletas de la fortuna de algunas empresas que ofrecen premios. Los grandes tienen la oportunidad de probarse algún auto imponente, cuyas puertas abiertas tientan los bolsillos más dotados.
La mezcla de culturas, razas y credos es tan palpable en Miami que resulta prácticamente indescriptible.
Camino por Le Jeune, luego por Salzedo, y llego a Miracle Mile, la avenida que da nombre al evento. Doy vueltas, y llego frente al escenario en el que suenan -y lo bien qué suenan- Sonlokos, una banda de música cubana que hace bailar a todo el mundo.
A mis espaldas posan para las fotos Miss Carnaval de Miami 2023, sonriente, radiante, feliz de ser reconocida, junto con sus compañeras de terna. Daylin Rodríguez tiene 17 años y el mundo se rinde a sus pies.