En uno de los rincones más emblemáticos de Palermo, bajo los Arcos del Rosedal, Francisca del Fuego se consolida como un punto de encuentro donde la cocina, la música y la estética dialogan con naturalidad. Este restaurante-bar logra unir el espíritu cosmopolita de Buenos Aires con una propuesta sensorial completa: platitos de autor, pizzas y empanadas de masa madre al horno de barro, cócteles de autoría propia y una agenda cultural que invita a quedarse hasta la madrugada. Desde su apertura, Francisca ha sabido sostener una identidad que combina lo artesanal con lo contemporáneo, siempre en sintonía con la energía natural del barrio.
Un refugio cálido con aire oriental
El ambiente de Francisca del Fuego es, sin dudas, uno de sus mayores encantos. La estética árabe impregna cada rincón: lámparas colgantes, candelabros antiguos, mosaicos y vitreaux de colores construyen una atmósfera íntima y festiva a la vez. El salón principal se despliega entre mesas amplias, una barra imponente y rincones de inspiración marroquí que transportan a otros paisajes sin salir de Palermo. En el patio delantero, una gran carpa blanca invita a almorzar al resguardo del sol, mientras que el sector trasero se transforma de noche en un pequeño oasis con living, luces tenues y cabina de DJ. Esa versatilidad permite disfrutarlo tanto en clave relajada durante el día como en formato nocturno, con música en vivo y cócteles hasta tarde.
Francisca - horno de barro
Desde septiembre, los viernes se renuevan con el ciclo Francisca’s Piano Bar, una propuesta que reúne shows íntimos de piano, guitarra y voz con DJ sets que extienden la experiencia hasta la madrugada. La curaduría artística, encabezada por Piwi Berro Madero, reúne talentos emergentes y figuras reconocidas, en presentaciones que cruzan géneros como el folk, el rock y la electrónica. Cada noche adquiere un pulso propio, donde la música y la performance se funden con la energía del público.
Qué se puede pedir en Francisca del Fuego
En su carta, la cocina artesanal y de producto es la protagonista, con opciones para compartir que recorren distintos sabores del mundo. Entre las entradas se destacan la fainá de la casa con polpetta y chorizo español, el hummus de remolacha, la burratina con uvas quemadas, y la provoleta al horno de barro, todos pensados para compartir en compañía de un buen cóctel. Las empanadas caseras, elaboradas con masa fina y rellenos originales —de carne cortada a cuchillo, de cordero al Malbec o de hongos con salsa anticuchera— son otro clásico infaltable.
Francisca - promo chardonnay
El gran sello de Francisca son las pizzas de masa madre, de bordes aireados y cocidas en horno de barro, que fusionan técnicas tradicionales con ingredientes frescos. Se pueden probar versiones como la Mortadela con pistachos y pesto ahumado, la Pepperoni con ricota alimonada o la Roja Vegana con hummus y alcaparras, además de los sándwiches en pan de pizza —como la milanesa napolitana en panko, el Antony de mortadela crocante o el veggie de palta quemada—, ideales para acompañar con un Bosco Negroni o un Mandarin Spritz. En los postres, el tiramisú de pistacho y el flan de dulce de leche casero cierran el recorrido con dulzura equilibrada.
Francisca del Fuego abre de martes a viernes desde las 16 h, y sábados y domingos desde el mediodía, ofreciendo distintas experiencias según el momento: un almuerzo entre amigos bajo la carpa marroquí, una cena con pizzas al horno de barro o un viernes de música y piano bajo los Arcos. Sea cual fuere la ocasión, el encanto de Francisca reside en su capacidad de reinventarse sin perder su esencia: la de un espacio donde el arte, la gastronomía y la noche porteña se encuentran.
Dónde: Av. del Libertador 3883, Arco 14, Palermo.