El riesgo país volvió a bajar y toca su menor nivel desde 2018

El indicador de confianza de los inversores elaborado por JP Morgan retrocede por segundo día consecutivo, tras el anuncio de la modificación en el esquema de bandas cambiarias y el programa de compra de reservas.

El riesgo país se ubica este miércoles en torno a los 555 puntos básicos, su nivel más bajo en más de 7 años y 4 meses, en el contexto de las subas de los bonos en dólares en Wall Street luego de que el Banco Central anunciara una modificación en el esquema de bandas cambiarias y un programa de compra de reservas, una de las principales exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno.

En lo que va del año, el indicador de confianza de los inversores elaborado por JP Morgan ya cayó 90 puntos. El Gobierno busca que perfore las 500 unidades para acceder a los mercados globales de endeudamiento a tasas aceptables.

Un primer paso en ese sentido fue la colocación del bono en dólares 2029N en el mercado local, con el que Luis Caputo consiguió u$s910 millones a una tasa del 9,26% anual la semana pasada.

Las claves del nuevo sistema de bandas anunciado por el BCRA

¿Cómo se ajustarán las nuevas bandas?

De acuerdo con lo detallado por la autoridad monetaria, el nuevo régimen permitirá que la cotización de la divisa se mueva dentro de un rango previamente definido, cuyo ajuste mensual reflejará la evolución reciente de los precios. Hasta ahora, ese rango se desplazaba a una tasa uniforme del 1% mensual, tanto en el límite inferior como en el superior. Con el nuevo criterio, el ajuste será variable y estará alineado con el índice de precios al consumidor correspondiente a dos meses atrás, lo que busca una mayor coherencia entre la dinámica cambiaria y el proceso inflacionario.

¿Cuándo comenzara aplicarse?

El esquema comenzará a aplicarse a partir de enero de 2026 y se apoya en un cambio central: la actualización mensual del piso y el techo del tipo de cambio dejará de ser fija y pasará a estar indexada a la inflación medida por el INDEC con dos meses de rezago.

Un objetivo central: acumular reservas

Uno de los puntos centrales del anuncio fue la formalización de un nuevo programa de compra de reservas internacionales. El Banco Central fijó como meta elevar la base monetaria desde el 4,2% del Producto Bruto Interno hasta el 4,8% hacia fines de 2026. Para ello, proyecta adquirir en el mercado cambiario alrededor de 10.000 millones de dólares, siempre que las condiciones de oferta lo permitan. En un escenario en el que la demanda de dinero resulte superior a la prevista, el monto de compras podría ampliarse hasta los 17.000 millones de dólares.

El esquema contempla límites operativos claros. La autoridad monetaria precisó que las compras diarias no podrán superar el 5% del volumen negociado en el mercado cambiario, aunque dejó abierta la posibilidad de superar ese umbral en situaciones puntuales. El objetivo es avanzar en la acumulación de reservas sin recurrir a una expansión monetaria generalizada ni generar tensiones en la liquidez del sistema financiero.

Flexibilización en busca de soluciones

La decisión de introducir estos cambios fue interpretada por distintos economistas como una respuesta a las restricciones que había mostrado el esquema anterior. Gabriel Caamaño, economista de la consultora Outlier, explicó que la dinámica previa llevaba a un escenario de apreciación real del tipo de cambio, lo que dificultaba la acumulación de reservas. En ese sentido, consideró que el Banco Central busca flexibilizar el funcionamiento de la banda para evitar que actúe como un ancla excesivamente rígida y, al mismo tiempo, ganar margen para recomponer divisas sin intervenir de manera permanente dentro del rango permitido.

Un sistema que intentará evitar corridas

Desde el análisis de mercado, la nueva configuración fue leída como un intento de dotar de mayor solidez al régimen cambiario. Jorge Morgenstern, economista jefe de Alberdi Partners, señaló que el anuncio aporta flexibilidad y refuerza la consistencia del esquema, al incorporar reglas más claras para la acumulación de reservas. Según su evaluación, el sistema podría sostenerse durante el próximo año sin generar impactos significativos en el corto plazo sobre la cotización del dólar.

¿Cómo afectará al tipo de cambio?

En cuanto a los efectos inmediatos, las estimaciones coinciden en que no se esperan movimientos bruscos en el tipo de cambio tras la implementación del anuncio. Morgenstern sostuvo que el cambio no debería provocar variaciones relevantes en los próximos días, mientras que un informe de Adcap Research calificó el nuevo esquema como favorable para los bonos en moneda dura. Desde esa óptica, el Banco Central estaría avanzando en una dirección que mejora las expectativas, aunque se reconoce que podrían registrarse algunas presiones transitorias tanto sobre la inflación como sobre el tipo de cambio durante el proceso de ajuste.

¿Cómo fue la reacción del mercado?

La reacción inicial del mercado financiero pareció acompañar esta lectura. Tras conocerse las medidas, se observó una baja del riesgo país, reflejando una mejora en la percepción sobre la sostenibilidad del programa económico y la capacidad de la autoridad monetaria para fortalecer su balance. Sin embargo, los analistas advierten que la evolución futura dependerá de la respuesta del mercado a este régimen cuando esté formalmente en funciones.