El director técnico argentino del Sevilla, Matías Almeyda, sorprendió al hablar sobre uno de los momentos más difíciles de su carrera en el fútbol profesional: la depresión. El DT reveló detalles desconocidos de la problemática que debió transitar mientras militaba en uno de los clubes más importantes de Europa y su ayuda a los futbolistas: "Cuando se deja de jugar, al 95% de los futbolistas no les suena el teléfono nunca más", expresó.
En la conferencia previa al encuentro frente al Elche, por la 4ª fecha de la Liga de España, el exentrenador de River abrió su corazón al reflexionar sobre un tema tabú en el fútbol y relató con crudeza cómo atravesó uno de los momentos más oscuros de su vida mientras jugaba en Europa.
“Tengo mucha experiencia para hablar de eso. Tuve cinco años que sufrí bastante y fui ayudado por mi familia, por profesionales. Yo jugaba en el Inter de Milán y fui con Moratti (presidente) y le dije que no quería jugar más. Tenía dos años más de contrato en ese momento. Pero así fue mi vida, por eso cuando les digo que no vendo humo, no los vendo. Trato, por lo menos. Y si lo hago, inconscientemente”, expresó el técnico que jugó con la camiseta del Inter entre 2002 y 2004.
Además, agregó: "Es un parte fea y oscura que tiene un jugador cuando deja de jugar. Por eso les digo que prioricen y amen el fútbol. Que jueguen hasta donde puedan porque cuando se deja de jugar, al 95% de los futbolistas el teléfono nos les suena nunca más. Te llaman cada tanto para hacerte un reportaje, la cantidad de amigos que tenías ya no estás más".
El entrenador de 51 años profundizó en el problema de salud mental que debió atravesar tras su retiro y puso de ejemplo al astro argentino Diego Armando Maradona: "Mientras jugas al fútbol sos un banco: vas prestando, todos esperan y son amigos del campeón. Lo viví todo en carne propia. Fui amigo de Maradona y al mejor le pasó lo mismo. Si le pasó a él, le va a pasar a todos"
Además, recordó la presión y el vacío que sentía fuera de la cancha y que superaron cualquier incentivo profesional. "Trabajo mucho en eso cuando estoy en los planteles. Cuando hablan de presión, les digo: ‘Presión es otra cosa. Presión es poder tenerlo todo y no tener nada, que te vean tirado como un perro y que nadie entienda’. Todos te dicen: ‘¿Qué problema tenés? Tenés todo’. Y no". confesó.
Finalmente, explicó por qué decidió ser entrenador y concluyó: "Muchas veces en el mundo estamos en ese análisis de los seres humanos sin conocerlos, sin saber lo que piensan y lo que sienten. Desde que me convertí en entrenador, me convertí casi en un psicólogo. Detecto al depresivo, detecto al que durmió mal, al que tiene una cara extraña porque no lo pongo. Por eso voy a confrontar con ellos de una manera leal y desde lo más profundo de mi corazón para sacar todo lo que tienen adentro. A veces lo logro y a veces no”.
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