El presidente de River, Jorge Brito, asistió a la Bombonera para darle el último adiós al entrenador de Boca, Miguel Ángel Russo, quien murió este miércoles a sus 69 años mientras atravesaba una internación domiciliaria y conmocionó al mundo del fútbol.
Brito estuvo en el estadio de Boca junto al vicepresidente segundo de River, Ignacio Villarroel, en representación del Millonario en el marco del velatorio del DT. En tanto, luego, dialogaron con el presidente del Xeneize, Juan Román Riquelme, y con Raúl Cascini, quien hasta agosto integraba el Consejo de Fútbol del club de la Ribera.
miguel angel russo com boca 8-10-25
El director técnico murió a los 69 años.
En este marco, previamente, la dirigencia de la institución de Núñez envió una corona de flores azules y amarillas a la Bombonera para despedir al entrenador. Por su parte, durante el entrenamiento de River de este jueves, el entrenador Marcelo Gallardo dispuso realizar un minuto de silencio antes de iniciarlo y reunió al plantel para recordar a uno de los colegas más recordados y queridos del fútbol nacional.
En tal sentido, el Millonario había emitido un comunicado en sus redes sociales en el que hizo alusión a la muerte del DT del Xeneize: "River Plate lamenta profundamente el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, entrenador de Boca Juniors y con una destacada trayectoria en el futbol como jugador y DT. Nuestra Institución acompaña a sus familiares y seres queridos en este triste momento".
La muerte de Miguel Ángel Russo, un símbolo del fútbol argentino
El exfutbolista y director técnico de Boca, Miguel Ángel Russo, falleció este miércoles a los 69 años luego de atravesar un cuadro complejo de salud derivado de la lucha contra un cáncer de vejiga y de próstata desde 2017. Se encontraba de licencia médica desde fines de septiembre y en el último mes había sido hospitalizado en tres ocasiones por complicaciones.
Russo es sinónimo de fútbol argentino. Nacido en Lanús en 1956, inició su carrera como jugador en Estudiantes de La Plata, donde fue un pilar del mediocampo entre 1975 y 1988, disputando más de 400 partidos y convirtiéndose en un emblema del club. Tras su retiro, rápidamente se volcó a la dirección técnica, donde alcanzaría reconocimiento internacional.
Como entrenador, Russo dirigió a equipos de primer nivel en Argentina y el exterior. Sus pasos por Rosario Central, San Lorenzo, Vélez, Estudiantes y Racing marcaron distintas etapas de su carrera. Sin embargo, uno de los puntos más altos lo alcanzó en 2007, cuando condujo a Boca Juniors a la conquista de la Copa Libertadores, de la mano de figuras como Juan Román Riquelme.
Su capacidad de liderazgo y su estilo sereno le dieron prestigio también fuera del país. Tuvo experiencias en clubes como Millonarios de Colombia, donde en 2017 volvió a levantar un título importante al consagrarse campeón del torneo local, reafirmando su vigencia como director técnico.
Más allá de sus logros deportivos, la vida de Russo también estuvo marcada por momentos difíciles relacionados con su salud. En varias ocasiones debió someterse a tratamientos médicos, incluso en medio de etapas decisivas de su carrera, lo que lo obligó a ausentarse temporalmente de los equipos que dirigía. Pese a estas dificultades, siempre mostró una enorme fortaleza personal y logró regresar a los bancos con la misma pasión.