El gesto de generosidad que hace más grande a Lionel Messi

El capitán de la Selección Argentina no aceptó cobrar un dinero que le correspondía por sus presencias con la camiseta Argentina y pidió que lo repartan con el personal administrativo, técnico y de asistencia que viajó a cada uno de los partidos.

Sobre Lionel Messi sabemos todo, o casi todo. Pero hay algo que no conocen todos: es sobre el Messi hombre en la intimidad, el Messi capitán en el grupo, sus actitudes con los compañeros.

Yo era el jefe de prensa de la Selección Argentina de fútbol, y en la mejor época de Messi, lleno de gloria en el Barcelona, llega una mañana al predio de Ezeiza y la prensa llegó sin convocatoria.

Messi llegó, saludó a todos, empezó a entrenar y cada vez venían más periodistas; le pregunté a Alejandro Sabella, que era el entrenador, si podían ingresar y me dijo: “Cuando falten 15 minutos para que termine el entrenamiento yo te aviso y los haces pasar”.

Todos preguntaban por Messi y querían una nota porque, el contexto del 10 era el mejor: había ocurrido que el domingo anterior la había roto en un partido jugado para el Barcelona, había hecho dos o tres goles, era tapa de todos los diarios deportivos del mundo… es decir, el monstruo más monstruo en el momento más periodístico.

Cuando termina el entrenamiento, con mi compañero Ventura, que entonces también trabajaba con la Selección Argentina en su calidad de jefe de prensa, le digo “¿le hablamos para ver si recibe la prensa?”.

Messi había jugado el día anterior, viajó el domingo a la noche a Buenos Aires, lunes en la mañana llegó, el lunes a la media mañana hizo el entrenamiento, había que quedarse a almorzar y había un partido próximo por Eliminatorias.

Mi compañero habló con Lio y le explicó que había un montón de periodistas que querían hablar con él. “’¿No puede ser mañana?’, preguntó. No, mañana no porque hay una conferencia de prensa obligada del técnico porque es el día previo al partido. ‘Nosotros lo organizamos’, le dije a Messi con una seguridad absoluta”.

Habilitamos rápidamente un salón, pusimos rápidamente el sonido, el personal de Ezeiza tiene una velocidad extraordinaria e hicimos la conferencia de prensa. Primero había que almorzar, almorzó. Pero después esperó a que se vaya el último compañero para ser el último en dejar el comedor.

A ese momento, Messi tenía jugado 150 partidos en la Selección. Cuando llega el Mundial habrá jugado 164, aproximadamente y hubo unos partidos amistosos en los cuales los empresarios daban un plus de 500 mil dólares si Messi jugaba, y lo hizo todos partidos.

La AFA liquidó la parte que le correspondía a cada jugador por cada uno de esos partidos amistosos que pagaba un empresario y que recibía la recaudación, la venta, la televisión, el sponsor. Pero había 500 mil dólares para Messi por su presencia hasta que se acumularon 10 partidos y no venía a cobrar ni él ni nadie a su nombre.

En ese momento, Julio Grondona lo llama a Messi y le dice: “Lio acá tenés para cobrar como 5 millones de dólares de los plus de tu presencia. La repuesta de Lio Messi, el capitán de la Selección Argentina fue: ‘Ese dinero repártanlo entre todos lo demás. Yo no cobro extra, ni más que los demás. Ah, incluyan también al personal administrativo, al personal técnico y al personal de asistencia que viajó a cada uno de los partidos’”.

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