Te quedás sin señal y te vacían la cuenta: así es la nueva estafa virtual

El SIM swapping avanza en Argentina. Se trata de un fraude que clona tu línea y permite a delincuentes acceder a tu banca online en segundos.

En los últimos meses, un método de fraude silencioso empezó a preocupar a usuarios y especialistas en ciberseguridad. Se trata de una práctica que convierte al teléfono en la puerta de entrada para vaciar cuentas bancarias, billeteras virtuales y hasta perfiles en redes sociales. Lo más alarmante es que la víctima no se entera, hasta que su celular pierde señal de golpe.

Lo que diferencia a esta estafa de otras es que los delincuentes no necesitan tocar tu dispositivo. Con suficiente información personal, pueden hacerse pasar por vos frente a la compañía telefónica y pedir un duplicado de la línea. Una vez que la empresa activa ese chip trucho, el número ya está bajo control del atacante. Desde ese momento, el juego está perdido: llegan a tus mensajes, a tus claves de verificación y hasta pueden resetear contraseñas en segundos.

A este tipo de fraude se lo conoce como SIM swapping. Según reportes de entidades financieras y consultoras privadas, los intentos de hacerlo crecieron de forma marcada entre 2023 y 2025, en la Argentina. Algunas entidades llegaron a registrar más de un centenar de casos en un solo año. Y si bien las compañías telefónicas reforzaron protocolos, la rapidez con la que los delincuentes operan deja a miles de usuarios desprotegidos.

SIM swapping

Qué es el SIM swapping y cómo funciona

El fraude arranca con la obtención de datos. A veces basta con lo que las personas comparten en redes sociales: fotos del DNI, números de teléfono en perfiles abiertos, direcciones que aparecen en publicaciones. Otras veces, los criminales recurren al phishing —esos correos y mensajes que imitan a bancos o servicios— para recolectar información clave.

Con esos datos en mano, el paso siguiente es sencillo: solicitar un duplicado de la SIM a la operadora, simulando ser el titular. Cuando la línea se activa en el nuevo chip, el teléfono real se queda sin señal. Es ahí cuando el usuario suele notar que algo raro pasa: no puede llamar, no llegan mensajes y la conexión de datos desaparece.

Ese lapso es suficiente para que el estafador intercepte SMS de validación, ingrese a homebanking o billeteras virtuales y realice transferencias inmediatas. Algunos incluso avanzan sobre redes sociales, cambiando contraseñas y bloqueando al verdadero dueño de la cuenta.

La irrupción de la eSIM, el chip digital que reemplaza a la tarjeta física, sumó una capa más de riesgo. Con solo obtener un código de activación, los atacantes pueden clonar una línea sin necesidad de manipular hardware. Esto vuelve más difícil rastrear el origen del fraude y acelera los tiempos del ataque.

sim-swapping

Reconocer los síntomas a tiempo puede marcar la diferencia. Si el celular pierde señal sin explicación, conviene llamar desde otro teléfono al operador. En paralelo, avisar al banco para bloquear movimientos sospechosos. También hay señales menos obvias: notificaciones de cambios de contraseña, intentos de acceso desde dispositivos desconocidos o mensajes de bienvenida en servicios donde nunca se pidió registro.

El marco legal argentino contempla que, en caso de pagos no autorizados, el banco debe reintegrar el dinero, salvo que pruebe negligencia del usuario. Sin embargo, el proceso de reclamo suele ser largo y desgastante, lo que convierte a la prevención en la mejor defensa.