La Policía de Investigaciones (PDI) realizó un megaoperativo en el que rescató a 42 trabajadores de una red de explotación laboral en un campo de frutillas en Arroyo Leyes, Santa Fe. Las víctimas eran en su mayoría de Chaco y los habían resultado con la promesa de darles condiciones laborales y aumento de sueldo.
A los trabajadores se les había prometido una paga de $1.000 por cajón cosechado y alojamiento en buenas condiciones. Pero, una vez estando allá se enteraron de que iban a cobrar solo $600 por cajón y que, además, iban a dormir en camas hechas con cajones de madera.
Si bien, los trabajadores no estaban retenidos por la fuerza, no tenían los medios necesarios para poder escapar. “Por las extensas jornadas laborales, solamente por el cansancio y por no tener medios económicos, estaban impedidos de poder salir del lugar”, indicó el fiscal a cargo, Walter Rodríguez, en LT10.
Las personas no contaban con el tiempo suficiente para el descanso ni con el cumplimiento de sus garantías mínimas. De los recatados, había dos personas menores de edad, lo cual tiene aún un nuevo punto para la investigación.
Tres trabajadores habían discutido con su empleador por cuestiones económicas y pidieron regresar al Chaco, pero antes realizaron una denuncia a las autoridades locales que impulsó la investigación.
Los agentes detuvieron a un joven de 25 años, señalado como el principal sospechoso y a otro hombre de 62 años, también vinculado al caso. En el lugar encontraron escopetas, pistolas, revólveres y más de 300 municiones y cargadores que también fueron secuestrados. También dinero en pesos y dólares, y celulares, computadoras y documentación.