Por qué hay personas que se parecen físicamente y no tienen vínculo familiar: qué dice la ciencia

Algunas muestran semejanzas físicas llamativas sin tener parentesco. Variantes hereditarias pueden llegar a explicar parte del parecido.

  • Un trabajo científico reciente analizó por qué existen personas casi idénticas entre sí sin compartir parentesco.
  • La investigación comparó rostros, ADN y hábitos para detectar qué elementos coincidían entre estos pares de “dobles”.
  • Los especialistas identificaron variantes genéticas compartidas que explican gran parte de la similitud física.
  • Los hallazgos podrían tener aplicaciones futuras en áreas como la biomedicina y la investigación forense.

La presencia de personas que parecen copias unos de otros sin vínculo familiar es un fenómeno que intriga desde hace décadas. Este comportamiento visual, que suele generar confusiones en la vida cotidiana, empezó a ser estudiado en profundidad para comprender qué mecanismos explican semejanzas tan marcadas.

En los últimos años, distintos equipos científicos decidieron analizar de manera sistemática estos casos, apoyándose en tecnología de reconocimiento facial, estudios genéticos y bases de datos internacionales. La aparición de fotos compartidas en redes y plataformas globales hizo más fácil el registro de personas casi idénticas, lo que impulsó nuevas investigaciones sobre estas similitudes.

Los resultados obtenidos muestran conexiones que van más allá de la casualidad y aportan claves que permiten entender cómo ciertas variantes hereditarias pueden generar coincidencias físicas incluso entre desconocidos.

Personas parecidas

Por qué hay personas que se parecen físicamente sin tener vínculo familiar

Una investigación difundida en 2022 por la revista Cell Reports examinó a individuos con rasgos muy parecidos que no compartían parentesco. Para entender la base de estas similitudes, se utilizaron fotografías, estudios genéticos y encuestas biométricas. El trabajo se realizó a partir de la colección fotográfica creada por el artista canadiense François Brunelle, quien retrata “dobles” desde finales de los años noventa.

Los especialistas evaluaron 32 pares de personas con alto parecido mediante algoritmos de reconocimiento facial. La mitad de esos pares fueron identificados como muy similares por los sistemas informáticos, y nueve de ellos mostraron coincidencias genéticas basadas en más de 19.000 variantes analizadas. Además, se registraron puntos en común en características como estatura y peso, y hasta en hábitos y conductas, como el consumo de tabaco o el nivel educativo.

Personas parecidas

El equipo liderado por Manel Esteller, del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, señaló que estos individuos compartían ciertos patrones genéticos, aunque diferían en aspectos epigenómicos y en su microbiota. El estudio aclara que la muestra es reducida y mayormente europea, pero sus conclusiones abren puertas a futuras líneas de trabajo.

Los investigadores consideran que estos avances podrían aplicarse a la biomedicina, a estudios evolutivos e incluso a la ciencia forense. En el futuro, estos conocimientos permitirían reconstruir rostros a partir de material genético o anticipar rasgos físicos mediante una simple imagen.