La mamá de dos bailarinas denunció al teatro y a la producción del Torneo Fed: "Pusieron en peligro a nuestros hijos"

Sin aire acondicionado, sin agua, camarines y butacas colapsadas, desmayos y bailarinas lesionadas: el abandono que vivieron las familias en el Teatro Gran Rivadavia.

"Jamás nos había pasado nada parecido", repitió Romina Vanesa Giménez en diálogo con C5N y responsabilizó al Teatro Gran Rivadavia y a la producción del Torneo Fed por poner "en peligro" a los menores de edad que conformaban las compañías que se dieron cita en Flores para definir a una ganadora.

Giménez acompaña a Jazmín (19 años) y Bianca (13 años) Sánchez Prette en su carrera como bailarinas hace más de 10 años y no habían tenido ningún inconveniente con la "Megafinal" los años anteriores, la última vez había sido en el Teatro Metropolitan y se desarrolló con normalidad.

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En esta ocasión, la esposa del futbolista Cristian Sánchez Prette detalló que "no había personal de seguridad" y que las autoridades del teatro "lo único que hicieron fue decir que se suspendía la función y que no se podía continuar". Llegado a ese punto, Gimenez contó que habían pasado por 25 de 56 coreografías, una persona se había desmayado en el público, otro par de personas había llegado a las piñas por dos butacas y un bailarín se había desmayado tras bambalinas.

El evento había iniciado una hora más tarde por una demora en las acreditaciones de las personas que iban a competir y a último momento les comunicaron a los asistentes que las entradas numeradas que habían comprado habían perdido validez y debían ocupar las butacas por orden de llegada.

"Compiten chicos desde tres, cuatro, cinco, seis, siete años, son chiquitos y en esas condiciones no se puede hacer ningún evento", insistió Giménez, recordó a padres llevando a sus hijas en brazos hasta las ambulancias del SAME y añadió: "No solo es el hecho de que hayan suspendido el evento, sino que pusieron en peligro a nuestros hijos".

El infierno que vivieron las bailarinas y los bailarines en los camarines

Mientras que la mujer de 42 años esperaba el momento en que sus hijas brillaran en el escenario, Bianca y Jazmín estaban viviendo un infierno en los camarines, o mejor dicho, en los pasillos de los camarines.

"No había ningún tipo de aire, ventilación, ni nada", relató Jazmín en diálogo con C5N, detalló que a una compañera le tuvieron que "hacer carpita" en los pasillos para que se cambie y agregó: "Los camarines no estaban habilitados, los pasillos eran super angostos y los baños eran mixtos y no tenían agua".

Una vez suspendido el evento, salir del teatro fue otra odisea. No solo porque afuera había dos cuadras de cola con personas esperando para entrar, sino por la desesperación de bailarinas y familias queriendo huir del calor sofocante. "Cuando bajamos, una de nuestras compañeras se cayó y se esguinzó el pie y nadie se quiere hacer cargo", se lamentó Jazmín, quien no llegó a presentar su coreografía.

"Los profes y la directora se pusieron la camiseta y cuidaron a las nenas, pero hacen lo que la producción dice", puntualizó la madre de Jazmín. Al cierre de esta nota, las profesoras y la directora de la compañía de baile "Nexus Crew" de Quilmes todavía no tenían información sobre la nueva fecha para la final ni sabían si les iban a reintegrar el dinero de las entradas.

Por Maira Haunau

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