La increíble historia de Rubén Orlando y su relación con Carlos Monzón

El reconocido peluquero de los famosos reconoció que tuvo una gran amistad con el boxeador y fue el primero en verlo en la cárcel luego de haber sido detenido acusado de asesinar su esposa Alicia Muñiz en Mar del Plata.

Los dos peluqueros de más renombre en Argentina sin dudas fueron Roberto Giordano y Rubén Orlando en los años 80 y 90, donde ambos lograron un gran estrellato y se codearon con los nombres más importantes de la farándula internacional. Sin embargo, Orlando tuvo una dura vida donde perdió todo, pero no se rindió y tuvo una increíble vida de resiliencia.

La vida del estilista estuvo envuelta de mucho glamour y también de pocos lujos en Brasil, pero esto nunca fue una traba para darse por vencido.

Durante una entrevista con Leandro Rud en el programa La Noche por C5N, hizo un breve repaso de sus momentos de mayor estrellato, cómo terminó como vendedor ambulante en una favela y su íntima relación con el boxeador argentino, Carlos Monzón.

Su primer contacto con el mundo de la peluquería llegó por parte de su madre quien era la peluquera del pueblo, El Carril, partido de Saladillo.

“A los 24 años puse mi primera peluquería y funcionaba fenómeno. Eso fue en el 76, y en 78 inauguré una en la que me gasté 1 millón de dólares”, reconoció y tras ello comenzó a viajar con Carlos Monzón. “La primera pelea es la única en la que no estuve. Teníamos una relación bárbara. Cenaba todos los días con Carlos. París, Mónaco... Ganábamos mucha plata. Por Carlos llegué a Alain Delon, Sophia Loren, Paloma Picasso. Le corté el pelo a Delon, a Paloma, a Jean-Paul Belmondo, a Lino Ventura”, enumeró.

Cuando pasó de la muerte de Alicia Muñiz, Orlando estaba en Punta del Este y se enteró de la noticia por su madre. “Ella me avisa y viajo directo a Mar del Plata, fui el primero en verlo en el calabozo. Era fuerte, no lloró, pero por supuesto que estaba muy triste, como yo. Teníamos una gran amistad. Nunca le pregunté qué pasó esa noche”, reconoció.

La historia de pura fama, quiebre y resiliencia de Rubén Orlando

Durante los años ’80 y ’90 Rubén Orlando tuvo una gran vida a puro lujos donde contó con 33 viajes a Europa, porque además de viajar por acompañar a Carlos Monzón también los hacía por la moda. “Llegué a tener 32 peluquerías y 1.100 empleados. Una de esas la puse con Guillermo Coppola, pero duró poco porque después lo contrata Maradona”, reconoció.

Sin embargo, por una cuestión política comenzó la caída de su fama: “En ese momento había que voltear a uno importante de cada rubro. Con Giordano éramos un Boca-River. Si un Gobierno lo tenés en contra, te voltea. Había que voltear a uno de cada rubro para asustar a todos y que pagaran los impuestos”.

“Yo no podía pagar el 100%, pero pagaba un 50%. Yo salí con Cristina Lemercier, que también fue pareja del presidente que estaba en ese momento. Un día aparecieron dos tipos súper bien vestidos y me vinieron a decir que me aleje de ella. Yo veía por Crónica cómo me remataban los locales”, recordó.

Lamentablemente, quebró “de un día para el otro” y se enteró escuchando por radio cuando iba a en auto. “Después de eso, yo estaba viviendo en pareja con una brasilera y a los dos meses de esto, no aguantamos más, era mucha la presión, era muy feo, yo no tenía ganas de salir de mi casa, pero la salí a pelear”, se lamentó.

Me fui a Brasil en el 98 con ella y me hija más chica a ‘vender manzanitas’ a una favela, estuve allá 13 años y volví en el 2010. Cuando volví abrí las peluquerías en la Villa 31 y las sigo teniendo y enseñando. Me siento muy orgulloso de lo que hice ahí porque le enseñé a mucha gente sobre el oficio. Hoy tengo una peluquería en Villa Urquiza y al lado estoy por abrir una cafetería”, concluyó.

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