El uso de láminas oscuras en el parabrisas es uno de los fallos graves más comunes detectados en la VTV.
Muchos vehículos incorporan láminas oscuras en el parabrisas sin saber que pueden provocar un rechazo directo en la VTV bonaerense.
La normativa exige una transparencia total en el vidrio delantero para garantizar una visión adecuada y permitir la correcta identificación del conductor.
Los inspectores controlan láminas, tonos fuera de lo permitido y cualquier agregado que afecte la seguridad o exceda los límites reglamentarios.
Cualquier accesorio no homologado, desde defensas extra hasta enganches no originales, también puede impedir la aprobación del trámite.
La Verificación Técnica Vehicular es un requisito indispensable para circular en la provincia de Buenos Aires y busca garantizar condiciones mínimas de seguridad en cada unidad. Dentro de las revisiones que realizan los inspectores, hay detalles que muchos conductores no contemplan y que pueden derivar en un rechazo inmediato.
Las normas vigentes establecen qué elementos están permitidos y cuáles pueden generar algún riesgo, tanto por interferir en la visibilidad como por modificar el perfil exterior del auto. Algunos accesorios populares no cumplen con los criterios de seguridad y se vuelven un motivo frecuente de desaprobación.
A la hora de realizar el control, el verificador analiza cada sector del vehículo y corrobora que no existan componentes añadidos o alteraciones que afecten la transparencia, el campo visual o la estructura. Este criterio es clave para entender por qué ciertos elementos, muy usados por los automovilistas, terminan siendo prohibidos.
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Por qué el parabrisas polarizado puede hacer que te rechacen la VTV
El uso de láminas oscuras en el parabrisas es uno de los fallos graves más comunes detectados en la VTV. Las regulaciones determinan que el vidrio delantero debe ofrecer una visión nítida hacia ambos lados, de modo que cualquier polarizado, banda oscura o tratamiento que reduzca la claridad queda fuera de lo permitido. Esta modificación complica la detección de peatones, ciclistas, vehículos y señales, especialmente con poca luz o en condiciones climáticas adversas.
Además del riesgo visual, la falta de transparencia impide que los inspectores identifiquen con facilidad al conductor, algo requerido por los protocolos de control. Durante la revisión, el agente verifica si el parabrisas contiene láminas o tonalidades no autorizadas. En caso de encontrarlas, la unidad es rechazada automáticamente y el propietario debe retirar el polarizado para volver a presentarse.
Otros accesorios también son analizados con la misma rigurosidad. Los bumper deben respetar las medidas oficiales, estar homologados y no sobresalir del paragolpes ni presentar bordes peligrosos. Los elementos colocados sin aval del fabricante, como soportes, defensas adicionales o enganches no originales, se consideran riesgosos y derivan en la desaprobación.