Los operativos desplegados por todo el país durante la Nochebuena no solo dejaron licencias retenidas y autos acarreados, sino también un catálogo de justificaciones insólitas que la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) compartió en Instagram.
Con 30 positivos en la Ciudad de Buenos Aires y 97 en el resto del país, los agentes de tránsito coleccionaron las justificaciones navideñas más insólitas.
Los operativos desplegados por todo el país durante la Nochebuena no solo dejaron licencias retenidas y autos acarreados, sino también un catálogo de justificaciones insólitas que la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) compartió en Instagram.
Entre la confusión por los límites, en la Ciudad de Buenos Aires se permite hasta 0,5 g/l y en la provincia de Buenos Aires hay tolerancia cero con el alcohol en sangre para particulares, y los intentos de evitar la multa los agentes de tránsito coleccionaron las mejores excusas para intentar zafar. También hubo conductores que reconocieron haber ingerido alcohol.
En CABA se realizaron 5.394 controles de alcoholemia con un saldo de 30 resultados positivos, lo que representa una tasa del 0,47%, inferior al 0,8% registrado el año pasado. En el resto del país unos 5.220 vehículos fueron fiscalizados en rutas y accesos de todo el país, donde se labraron un total de 163 actas de infracción: 97 test de alcoholemia dieron positivo y 102 vehículos fueron retenidos.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, si un conductor arroja un resultado entre el 0,5 y 1 gramo de alcohol por litro de sangre, la multa que deberá pagar oscila entre los $119.775,05 y $798.510. Además, la licencia quedará inhabilitada de dos a cuatro meses y, si se aprueba el curso de educación vial, el plazo se reduce a la mitad en la primera falta.
En caso de que los agentes de tránsito realicen un análisis en el que se descubra a partir de 1 gramo de alcohol por litro de sangre, la situación es mucho más grave para el conductor: la multa asciende hasta $1.597.020 o un máximo de diez días de prisión. Mientras que la persona quedará inhabilitada a manejar entre cuatro meses y dos años.
Por último, si el conductor se niega a realizarse el test de alcoholemia, tendrá que pagar una multa de $798.510 y las autoridades le retendrán el vehículo.