Leyendas y mitos, existen por todos lados y, en cierto modo, podemos decir que se trata de algo que identifica un lugar o una región. Uno de ellos se relaciona con el nacimiento de un séptimo hijo varón y, en Argentina especialmente, existe un vínculo con el Presidente de la Nación, algo que es tradición.
Es importante tener en claro que estos relatos son analizados desde la literatura y la lingüística. Además, en gran medida no poseen una exactitud sino que, por todo lo contrario, van modificando sus elementos. Conocé de qué se trata.
Qué tradiciones y leyendas existen en Argentina sobre el séptimo hijo varón
Existen diferentes leyendas, aunque, una de ellas cobró un sentido más profundo. Se dice que el séptimo hijo varón de una familia estaba "maldito" y "condenado". Además, cargaba con la condena de convertirse en lobizón, según las creencias indígenas.
Este ser tenebroso, era similar a un lobo grande y negro que amenazaba la tranquilidad de los lugareños. El animal se aparecía en las noches de luna llena o los días viernes.
De todos modos, el niño podía salvarse y para eso debía ser bautizado. Al mismo tiempo, el hijo mayor del matrimonio y hermano del "maldito", asumía el rol de padrino del mismo.
Cuáles son los rituales que se hacen en Argentina por el séptimo hijo varón
En Argentina esta tradición se modificó y para combatir la maldición se aceptó el padrinazgo del Presidente de la Nación. El primer bautismo de esta índole, se dio en 1907, aunque, no hay registros de esto.
Ya durante el tercer gobierno de Juan Domingo Perón (1973), se estableció el Decreto N 848, que ponía en jurisprudencia el Padrinazgo Presidencial. Esto incluía a las séptimas hijas mujeres de la familia y no solo varones. En 1974, se convirtió en Ley (Nº 20.843).
Al ser ley, la normativa obliga al Poder Ejecutivo a una ayuda económica para solventar la educación de los niños apadrinados.