El caso de el chico que mide más de 2 metros a sus 15 años
Gabriel Yates tiene 15 años y mide 2,18 metros debido a un cuadro de gigantismo.
Desde la infancia presentaba niveles elevados de hormona del crecimiento.
Los médicos detectaron un tumor hipofisario que afectaba su visión y fue extirpado.
El diagnóstico le permitió comprender sus limitaciones físicas y alivió su malestar emocional.
El crecimiento durante la adolescencia suele venir acompañado de cambios rápidos y llamativos, pero en algunos casos alcanza dimensiones que despiertan sorpresa y preocupación. Cuando un joven supera ampliamente los parámetros habituales de estatura para su edad, las miradas de especialistas en Salud no solo se enfocan en lo físico, sino también en las posibles causas detrás de ese desarrollo poco común.
A los 15 años, alcanzar una altura superior a los dos metros no es algo frecuente y puede alterar la vida cotidiana, desde la práctica de deportes hasta la Salud y la autoestima. La historia de Gabriel Yates pone en el centro la importancia de los controles médicos y de no naturalizar ciertos cambios extremos.
Cuál fue el diagnóstico para el chico de 15 años que ya mide más de 2 metros
Gabriel Yates - Salud
Gabriel Yates, un adolescente de 15 años que vive en Florida, solía disfrutar de ser el alumno más alto de su clase, ya que nadie lograba igualar su estatura. Sin embargo, al llegar a octavo grado, advirtió que no dejaba de crecer y que lo que antes le generaba satisfacción comenzó a despertarle preocupación.
En la actualidad mide 2,18 metros. Muchas personas asumían que era fanático del básquet por su contextura física, algo que él siempre desmintió. Su vida cotidiana se volvió complicada, ya que constantemente le pedían fotos por su altura, una situación que lejos de entusiasmarlo le resultaba incómoda.
Ante la sospecha de una afección médica, acudió a un centro de salud, donde confirmaron que padecía gigantismo, provocado por niveles elevados de hormona del crecimiento desde la infancia. Incluso, a los 12 o 13 años ya superaba los 1,80 metros.
Tras nuevos estudios, los médicos detectaron que su nivel hormonal triplicaba el valor normal y que tenía un tumor en la hipófisis, del tamaño de una uva, que ejercía presión sobre el nervio óptico y afectaba su visión. La masa fue extirpada a mediados de este año. Al conocer el diagnóstico, Gabriel expresó alivio al entender por qué se fatigaba con facilidad y no podía seguir el ritmo de otros chicos.