En el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, PAMI llevó a cabo una jornada de concientización sobre la importancia de la prevención y la rápida detección de síntomas compatibles con eventos cardiovasculares.
En el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, PAMI llevó a cabo una jornada de concientización sobre la importancia de la prevención y la rápida detección de síntomas.
En el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, PAMI llevó a cabo una jornada de concientización sobre la importancia de la prevención y la rápida detección de síntomas compatibles con eventos cardiovasculares.
El accidente cerebrovascular se produce por la obstrucción o la ruptura de un vaso dentro del cerebro. Se trata de una enfermedad que causa más de 40.000 muertes al año y es la primera razón de discapacidad permanente en adultos en Argentina.
La prevención es crucial ya que el 77% de los casos se pueden evitar llevando un estilo de vida saludable y activo.
El encuentro, que tuvo lugar en el Centro de Promoción, Prevención y Rehabilitación Dr. César Milstein, estuvo a cargo de especialistas en neurología, kinesiología y gerontología.
La charla contó con la presencia de la Dra. María Martha Esnaola, Dra. Josefina Dra. Barber Otero, Dr. Víctor Stefani y Dra. Verónica Romero, que expusieron acerca de conceptos sobre el ACV; la importancia de la rehabilitación; y la capacidad de PAMI para dar respuestas a estos eventos.
Se destacó la necesidad de prestar especial atención a factores de riesgo que pueden ser controlados como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, el sedentarismo y el tabaquismo.
En ese sentido, los profesionales de PAMI hicieron una serie de sugerencias para llevar un estilo de vida sano que permita reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Ellos son: realizar actividad física de manera habitual, mantener una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras, mantener controlada la presión arterial y realizarse chequeos de salud de manera regular.
Los afiliados de PAMI pueden hacer sus controles regulares con su médico de cabecera quien indicará estudios complementarios en caso de ser necesarios.
La identificación de síntomas compatibles con un evento cardiovascular es crucial para lograr una rápida atención y disminuir el alcance de la enfermedad. Los principales indicadores de un ACV son:
En caso de detectar algunos de estos síntomas se recomienda llamar a emergencias de inmediato. Es crucial llamar a una ambulancia para que el personal médico pueda iniciar el tratamiento que podría salvar vidas mientras se dirige a la sala de urgencias.
Después de sufrir un ACV, la rehabilitación es clave para recuperar la mayor funcionalidad posible. Por eso, PAMI ofrece un abordaje multidisciplinario que incluye kinesioterapia, para recuperar habilidades y funciones físicas; neurofoniatría, para tratar trastornos relacionados al lenguaje y la deglución; y terapia ocupacional, para ayudar a los afiliados afectados por un evento cardiovascular a recuperar autonomía.