A ocho años de la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado: cinco puntos para actualizar el caso

El joven estuvo desaparecido 77 días, entre el 1 de agosto y el 17 de octubre de 2017, después de la represión de Gendarmería a una protesta mapuche.

Este 17 de octubre se cumplen ocho años de la aparición “sorpresiva” del cuerpo de Santiago Maldonado, quien había desaparecido 77 días antes durante la represión de la Gendarmería a una protesta de una comunidad mapuche. El caso Maldonado tuvo amplísimas repercusiones y la aparición del cuerpo a horas de las elecciones de medio término de 2017 (en las que ganó el oficialismo encabezado por el entonces presidente Mauricio Macri y la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich) abrió muchísimas sospechas. En este nuevo aniversario, y para despejar algunos de esos puntos oscuros, proponemos repasar la causa y sus novedades bajo la óptica de los siguientes puntos.

1) El cuerpo no siempre estuvo donde lo encontraron

El cadáver de Santiago apareció sumergido en las aguas del río Chubut, en una zona que había sido rastrillada innumerables veces tanto por las fuerzas de seguridad como por la comunidad. En ese momento se difundió con inusitada celeridad el informe preliminar de la autopsia que aseguraba que Santiago “falleció por ahogamiento por sumersión en el agua del río Chubut coadyuvado por hipotermia”.

En la previa de las elecciones, el macrismo intentaba desarticular la creciente indignación por la desaparición del joven y puso empeño en difundir que el cuerpo se hallaba “en buen estado, sin signos de violencia”. Con estos datos, el juez Gustavo Lleral descartó la hipótesis de desaparición forzada y cerró el expediente un año después, abriendo el terreno para que el oficialismo se encargara de instalar en la sociedad la idea de que Santiago “se ahogó solo”.

Sin embargo, en 2024 la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia apartó a Lleral y designó a Federico Calvete, magistrado de la provincia de Tierra del Fuego, como subrogante a cargo de la investigación, quien solicitó ampliación de uno de los puntos del peritaje de 2017. Allí se confirmó, tal como entonces, que el polen hallado en la ropa no podría haber estado más de 20 o 30 días y ahora amplió que, además corresponde a una especie de ciprés que florece un mes después de la desaparición y al menos a 50 kilómetros del lugar en que fue hallado.

2) Los billetes y el DNI

Como complemento del punto anterior, uno de los interrogantes que queda por dilucidar es la buena conservación tanto del dinero que Santiago tenía encima como del documento de identidad, algo que el sentido común entiende como imposible luego de dos meses de inmersión en las aguas de un río. La audiencia de peritos, que el juez Calvete debería convocar en los próximos meses, debe establecer una respuesta a este hecho.

3) Un cuerpo que no se descompuso en dos meses y medio

El prematuro cierre de la causa conllevaba una paradoja. ¿Cómo puede ser que el cuerpo de Santiago estuviera “intacto, sin signos de violencia” si estuvo dos meses y medio sumergido en el agua o a la intemperie? El nuevo perito de la causa afirma que “sólo un error de la naturaleza pudo mantener el cuerpo así”, es decir, sólo si la naturaleza se detuvo y durante esos 77 días no hizo lo que siempre hace, que es descomponer la materia orgánica, podría haberse encontrado en las condiciones en que se lo encontró. Además, las pocas lesiones que el cuerpo tenía, y que el juez de entonces atribuyó a “los animales carroñeros” deberían haber abierto el interrogante de qué pasó, antes que justificar el cierre del debate: ¿cómo fue que los animales carroñeros apenas se entretuvieron con un cuerpo y no lo devoraron hasta el final?

4) La convocatoria a los testigos fue aleatoria

La querella denunció siempre que los integrantes de la comunidad que estaban cortando la ruta con Santiago y que fueron reprimidos junto con él nunca fueron citados como testigos. El cierre de la causa por parte de Lleral se llevó a cabo con el informe preliminar sobre el cuerpo y con el dudoso testimonio de Lucas Pilquimán, un joven mapuche que brindó declaración en lo que Verónica Heredia, abogada de Sergio Maldonado, califica como “una audiencia imposible” citada por Lleral: la notificación fue subida al sistema web casi a la medianoche del día previo a la audiencia. “Nunca vimos a Pilquimán, ni sabemos en qué condiciones declaró”, afirma la letrada en diálogo con C5N. El joven –supuestamente el conocido durante un tiempo como “el testigo E”- según el juez Lleral, es el único que dice haber visto a Santiago intentando cruzar el río.

5) El Poder Ejecutivo intervino en el proceso judicial

Desde el principio de los hechos, Sergio Maldonado pidió que la investigación esté en manos de un equipo independiente del ministerio de Seguridad, porque, entendía, las fuerzas de seguridad estaban involucradas y no eran independientes del resultado. Nada de esto sucedió, y tanto el poder Ejecutivo como sus medios afines se encargaron de elaborar hipótesis y emitir opiniones para sostener a Lleral, antes de que la Cámara encontrase que el magistrado no había agotado las medidas probatorias para esclarecer la muerte de Maldonado y que se apartó de lo ordenado por la cámara al decretar el sobreseimiento de lo gendarmes imputados.

Como parte de esta estrategia de “embarrar la cancha” se abrieron causas paralelas por todo el país que no conducían a nada y que sólo permitían sembrar dudas sobre la versión de la familia. Meses atrás, la ministra Patricia Bullrich (protagonista de aquellos hechos y convocada nuevamente a ocupar el mismo lugar que en el macrismo), lanzó a las redes un video que acusaba “al kirchnerismo” de “inventar un muerto”. Días atrás, el renunciado candidato de La Libertad Avanza José Luis Espert, volvió a la carga con la teoría del ahogamiento y de la campaña desestabilizadora, poco antes de que las pruebas de complicidad con el narcotráfico lo sacaran de la carrera electoral.

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