Argentina cumple 40 años de democracia ininterrumpida, periodo en el que toda una sociedad atravesó un proceso de aproximación a las causas de derechos humanos, posibilitado por el ejercicio constante de la memoria. Pero el retorno a la democracia guarda una deuda pendiente de reparación con un sector de la población. Activistas denuncian desde hace largos años que los crímenes contra personas del colectivo LGBT aún no han cobrado visibilización y, por ende, condena.
Con ese objetivo, las organizaciones que luchan por los derechos de la comunidad reapropiaron una de las consignas emblemáticas: Fueron 30 mil desaparecidos. Tomando ese punto de partida, comenzaron a utilizar una cifra que visibiliza a las lesbianas, gays, bisexuales, travestis y transexuales que fueron víctimas del terrorismo de Estado: 30.400.
La cifra, lejos de ser un capricho, tiene su justificación en la historia. Carlos Jáuregui, primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), publicó en 1987 el libro La homosexualidad en Argentina, donde plantea un número simbólico para representar a los homosexuales desaparecidos durante el llamado Proceso de reorganización nacional.
Carlos Jauregui Lohana Berkins
Dos figuras importantes de la lucha por los derechos LGBTIQ+ en Argentina: Carlos Jáuregui y Lohana Berkins.
"Uno de los integrantes responsables de la CONADEP afirma la existencia de, por lo menos, 400 homosexuales integrando la lista del horror. El trato que recibieron, nos informó, fue similar al de los compañeros judíos desaparecidos: especialmente sádico y violento. En su totalidad fueron violados por sus moralistas captores", contó Jáuregui en su libro. El dato, se sabrá posteriormente, se lo reveló el rabino Marshal Meyer, quien además reconoció que esta parte de la historia se omitió por presiones del ala católica de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
"No los conocimos, no los conoceremos jamás. Son solamente cuatrocientos de los treinta mil gritos de justicia que laten en nuestro corazón", escribió Jáuregui.
Por eso, con este nuevo aniversario de la recuperación de un estado democrático, hablar de las 400 personas LGBTIQ+ desaparecidas durante la dictadura posibilita la reconstrucción de historias de vida, con sus experiencias y su sexualidad como parte de la lucha política.
Ivanna Aguilera, una sobreviviente del terrorismo de Estado
Ivanna Aguilera es una mujer trans que nació en Rosario, estuvo detenida durante la época de la dictadura y se fue a Córdoba escapando de la represión. Actualmente coordina el área Trans-Travesti y No Binarie de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba.
"Siendo una niña, en plena construcción de mi identidad, fui secuestrada por los militares y llevada al Batallón 121 en Rosario (lugar donde funcionaba un centro clandestino de detención durante la dictadura). Ahí tuve, a los 12 años, mi primera experiencia sexual: una violación grupal, acompañada de golpes, de picana, de insultos", relató Ivanna en diálogo con C5N.com.
Lo que vendría a partir de allí fue, como ella misma lo describe, “un espanto tras espanto", en el cual viviría “sin poder transitar, sin poder expresarte, sin poder ejercer los derechos mínimos”. Como una gran parte de la población, tuvo que ocultarse y “conseguir que algún amigo, vecino o familiar te hiciera las compras para que no te vean porque automáticamente eras “chupado” y el destino era incierto”, pero en su caso “no tenía ningún tipo de garantías”.
Ivanna Aguilera
Ivanna Aguilera, una sobreviviente del terrorismo de Estado.
Carolina Rojo
El retorno a la democracia en 1983, sin embargo, no significó para ella ese "halo de libertad" que tanto anhelaba. "Al contrario, sufrimos una persecución mucho más virulenta con encarcelamientos, con torturas, con asesinatos y desapariciones. La población LGBTIQ+ seguimos siendo víctimas del aparato del Estado y tenemos una doble desaparición: nos desaparecen y no se hacen cargo de buscarnos", describió la activista.
Con el caso de Tehuel de la Torre como ejemplo, un joven trans que el 11 de marzo de 2021 salió de su casa en San Vicente, provincia de Buenos Aires, y del que se desconoce su paradero, Ivanna apuntó que "hay una conexión con la violencia que teníamos en los años de dictadura y la que sufrimos actualmente, en la que se nos sigue asesinando y se nos sigue desapareciendo".
Luchadora incansable por los derechos de la población trans y de toda la comunidad LGBTIQ+, viene trabajando al igual que tantos, en la búsqueda de esos 400 desaparecidos. "Desde los organismos de Derechos Humanos se nos dice que los 400 compañeros están dentro de los 30 mil. Obviamente que eso lo sabemos. El tema es que no se los nombra. Nadie habla de los putos, las tortas y las trans desaparecidos, torturados, asesinados y encarcelados durante la dictadura cívico eclesiástico militar", denunció.
Ivanna Aguilera
Ivanna Aguilera coordina el área Trans-Travesti y No Binarie.
Por eso, uno de sus reclamos es que las mesas de Derechos Humanos tengan representación del colectivo para colaborar en la búsqueda de los compañeros desaparecidos. "Estamos hablando de una población que, en su mayoría, carecemos del acompañamiento familiar. Se supone que esos organismos trabajan para recuperar la memoria de los desaparecidos; nosotros merecemos ser buscados y que se recuperen nuestras historias", cuenta.
“Queremos que nuestros captores, violadores, asesinos y torturadores estén en juicio. Queremos sentarnos delante de ellos y ver que tengan la sentencia que corresponde”, es su pedido de justicia, el mismo que la sociedad argentina levanta hace 40 años.
Ivanna Aguilera
Carolina Rojo
En los últimos días, Ivanna Aguilera publicó un manifiesto a través del cual expone su testimonio y el reclamo de visibilización de todo el colectivo integrado por las diversidades sexuales. El mismo expresa un deseo: "Esperamos que nuestra historia no siga siendo silenciada o lastimosamente explicada por personas cis heterosexuales que poco saben sobre nuestros dolores y luchas". Porque una sociedad democrática y justa no puede seguir permitiendo que la memoria sea un privilegio heterosexual.
Agradecimiento especial: Agencia Devenir Diverse