En Villa Crespo, un local propone una nueva forma de entender la parrilla argentina

Somos Asado, el restaurante liderado por el chef Gustavo Portela, lleva varios años construyendo una mirada propia sobre el asado, una que respeta la tradición, pero que brinda una lectura moderna.

El chef Gustavo Portela es, ante todo, un visionario. Cuando imaginó Somos Asado —allá por 2018—, lo hizo bajo la idea de “parrilla contemporánea”, un concepto que hoy profundiza. Para él, la evolución del asado no se trata de reemplazar nada, sino de sumar: sumar técnicas, sumar sensibilidad, sumar productos y ampliar los límites del fuego sin perder su esencia. En sus palabras, la idea es interpretar la mesa argentina desde una mirada actual, respetando la tradición sin traicionarla, una filosofía que funciona como eje de todo lo que sucede en la cocina.

El restaurante funciona en una antigua fábrica de camisas totalmente renovada que pertenecía al abuelo de Verónica Krichmar, esposa de Gustavo. Al ingresar, el comensal se encuentra con la cámara de maduración vidriada; junto a ella aparece la Chef’s Table, un espacio íntimo frente a la cocina semiabierta. Con entrada independiente se suma el salón cava, rodeado de estanterías con vinos. Al fondo está el salón galería, con una mesa comunitaria que suele ser epicentro de encuentros y eventos especiales, y detrás se abre el patio a cielo abierto, rodeado de verde.

En conjunto, los cuatro espacios comparten un aura ecléctica, con mesas de madera, sillas de yute y estilo colonial, y lámparas tipo faroles o colgantes hechas con botellas recicladas. Todo está dispuesto para una estadía cálida y descontracturada, donde el matrimonio ofrece una atención cercana que hace sentir como en casa.

La propuesta gastronómica se construye a partir de carnes de distintas razas, con diferentes grados de maduración según el corte —más de 40 días—, técnicas de cocción variadas y un trabajo constante con fuego de leña. Para Gustavo, madurar no es una moda sino “una decisión técnica y sensorial que refleja el compromiso con el producto, con la calidad y con una forma de cocinar que respeta el tiempo como ingrediente”.

En la cámara vidriada, las piezas reposan en condiciones controladas de temperatura, humedad y ventilación, un proceso que permite lograr mayor terneza, textura sedosa y un sabor profundo y concentrado. El horno de barro, sello de la casa, suma una cocción envolvente y aromas que terminan de definir su estilo y distinguir su proyecto. Con protagonismo propio aparecen los platitos, con recetas de vegetales y achuras en versiones que rompen el molde y dejan a la vista la creatividad del chef.

Somos Asado - carne maduradas por + 40 días 2

Qué comer y qué beber

La carta es breve y sabrosa. En los cortes conviven dos mundos: las carnes no maduradas, como el bife de aguja (350 g) con papas, el asado de costilla (750 g) y la milanesa de bife de chorizo (250 g) con papas, y las maduradas por más de 30 días, que incluyen piezas de 1200 gramos como el T-Bone, el Porterhouse y el ojo de bife con hueso.

Hay acompañamientos como ensalada, batata o papas fritas. El punto de inflexión lo aportan los platitos, ideales para sumar al banquete, abrir el apetito o incluso protagonizar una tarde de picoteo y vinos. Imperdibles el dumpling de mollejas con adobo picante y ponzu, donde la técnica oriental se cruza con el lenguaje de la parrilla; los riñones con mermelada de chile, pickles y cilantro, una lectura distinta de la achura de siempre; las croquetas de morcilla con huancaína, salsa dulce y picante, y el repollo asado con puré de castañas y granada.

Para el maridaje, la carta de vinos propone un recorrido nacional que atraviesa estilos y terruños. En los tintos livianos aparecen etiquetas como Las Compuertas Criolla Chica o Kaiken Ultra Pinot Noir; en el segmento intermedio, opciones como 323 Cabernet Franc Gran Reserva, Kaiken Ultra Malbec o Mara Merlot; y entre los robustos se destacan desde Bressia Profundo hasta Tito Zuccardi o Yacochuya Malbec.El cierre llega con un flan casero, una pavlova con frutillas al vermú o una torta de chocolate con helado de avellanas. La fuerza de Somos Asado está en ese equilibrio entre honrar la memoria del asado y, al mismo tiempo, empujarla hacia un nuevo capítulo.

Dónde queda Somos Asado

Somos Asado está ubicado en Av. Scalabrini Ortiz 651, en Villa Crespo. Abre de miércoles a sábados, desde las 20 h

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