Un refugio histórico para comer en el corazón de Palermo

En una casona de 1923, Restaurant Museo Evita combina historia, sabores argentinos y un patio encantador que invita a hacer una pausa en pleno Palermo. Abierto desde la mañana hasta la noche, es uno de esos lugares donde la historia se vive y, además, se come.

En pleno Palermo, ubicado en la célebre Casa Carabassa, una casona de 1923 declarada Monumento Histórico Nacional, funciona Restaurant Museo Evita, un rincón que logra algo cada vez más difícil en la ciudad: transportar al visitante a otra época, sin dejar de ofrecer una experiencia gastronómica actual. El edificio hoy alberga un restaurante que dialoga con esa memoria, abrazando su arquitectura original, sus detalles de época y la atmósfera cálida que definen al lugar.

La magia se completa al salir al patio, uno de los grandes tesoros del espacio. Con su piso de damero, su mobiliario de jardín y el verde que lo rodea, es un refugio inesperado en medio del ritmo porteño. De día, se siente como una pausa luminosa; de noche, las luces cálidas transforman el ambiente en un oasis urbano perfecto para cenas al aire libre, brindis o momentos íntimos entre historia y naturaleza. Es el tipo de lugar donde uno podría quedarse horas, entre la calma del verde y el murmullo de la ciudad que queda puertas afuera.

Qué pedir en Restaurant Museo Evita

Abierto todos los días desde la mañana hasta la noche, el restaurante ofrece una carta amplia que acompaña cada momento del día con propuesta propia: desayunos, almuerzos, meriendas y cenas. Por la mañana y la tarde brillan sus opciones con pastelería artesanal, alfajores caseros y bebidas especiales que permiten disfrutar del jardín en su horario más luminoso.

Restaurant Museo Evita - Ensalada

Para quienes visitan Restaurant Museo Evita al mediodía o a la noche, la propuesta se vuelve más amplia: entradas como buñuelos de acelga y espinaca con alioli, langostinos rebozados con crema de palta y arvejas, tortilla de papas o empanadas caseras abren el camino a una carta variada.

Los principales destacan por su perfil porteño-mediterráneo: pastas caseras, como los sorrentinos de calabaza con crema de queso azul y ciboulette, los fusilli al fierrito con ragú de cordero y los spaghetti nero di seppia con langostinos. También sobresalen los risottos de hongos y de pollo azafranado y una selección de carnes y pescados, donde brillan el abadejo con romesco, papines y tomates cherry, y el ojo de bife con puré de batata alimonado.

Los postres tampoco se quedan atrás: desde la cheesecake de frutos rojos -la más pedida- hasta la torta Rogel, Lemon Pie, torta Bariloche o la tibia de manzanas, todo elaborado con la impronta casera que caracteriza al restaurante. Además, cuentan con variedad de bebidas sin alcohol, coctelería clásica y una selección de vinos por copa y por botella, pensados para maridar la diversidad de platos.

Restaurant Museo Evita - Flan

El espacio es pet friendly, una gran ventaja para quienes disfrutan de salir con compañía. Una jornada en el patio del Restaurant Museo Evita permite descubrir uno de los rincones más singulares de Palermo: un oasis donde la historia acompaña cada plato.

Dónde queda Restaurant Museo Evita

El espacio gastronómico Restaurant Museo Evita está ubicado en Juan María Gutiérrez 3926, Palermo. Abre de lunes a domingos de 9 a 00 h.

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