El Zarpado es un joven de 27 años oriundo de Empalme, ubicado en la zona norte de Rosario, Santa Fe. Con una comunidad que alcanza casi el millón de seguidores en sus redes sociales, logró convertirte en el reflejo de hombres y mujeres que enfrentan una situación de adicción y desean salir adelante.
"Creo que el público encuentra en mí música lo que no se suele decir. La música hoy en día está enfocada en pegarla, tener muchísimo alcance, pero por ahí no intenta conectar con el alma de las personas. Podés identificarte con salir de joda y pegártela en la pera, de hecho lo vive muchísima gente. Pero hay cosas que pasan cuando nadie te ve. Ese es el gran potencial de mi música", explicó Sharo Nelson a C5N.
Su infancia fue tranquila, pero la rebeldía llegó en la preadolescencia: "Nací en Empalme, en la zona norte de Rosario. Viví toda la vida ahí, recién hace unos meses me mudé a Buenos Aires. Durante los primeros 13 o 14 años estuve con mi vieja y ya después me fui a vivir solo. En el colegio siempre fui una persona difícil para concentrarme en las materias que no me apasionaban. No pude transitar la secundaria de manera cómoda, siempre hacía quilombo. Mi infancia estuvo bien, no tuve grandes problemas. La rebeldía llegó a los 13 cuando tuve una experiencia traumática con mi mamá y entendí que el amor te puede traicionar. De ahí en adelante, empecé a descubrir la vida de una forma mucho más hostil. Eso, de alguna forma, me llevó al arte. Yo quería ser actor, irme a Estados Unidos a estudiar, aunque me di cuenta que no se podía por la guita. A la música llegué a los 18 años, después de pasar una etapa de consumo fuerte de drogas. Me perdí y pasé por rehabilitación. Juan, un compañero, me dijo que yo tenía que encontrarme en el arte".
Al momento de explicar su llegada a la música, describió el proceso que le permitió lanzarse: "Siempre escribí para releerme y lograr entenderme. En un momento empecé a componer canciones y con confianza me lancé. A los 19 me metí en un estudio de grabación con una idea empresaria y quise armar un sello discográfico. Ahí creé Nicotina Lirical, un sello con el que trabajaron un montón con bandas rosarinas. Intenté pegar el sello mientras hacía música y nos nutríamos entre todos. Hasta hace dos años estuve con eso. Y la parte más audiovisual o cinematográfica floreció cuando compré mi cámara para poder hacer mis videoclips, no quería pagar para eso. Gasté todos mis ahorros en eso".
Su carrera tuvo un cambio abrupto y nació "El Zarpado": "Una noche me levanté y me di cuenta que hacía 7 años venía representando artistas que no tenían las ganas reales de pegarla aunque tuvieran talento. Estaba perdiendo tiempo intentando infundir valores en ellos que deberían tener ellos mismos. Ahí los eché a todos. Fue muy difícil, volví a caer en las adicciones porque me sentía estancado. Se me ocurrió hacer un reel, un manotazo de ahogado, actuando de un joven que se peleaba con la policía. Decidí llamarlo 'El Zarpado'. Tuvo como 30.000 me gusta y eso me incentivó. En Rosario es difícil encontrar la pasión, no el talento. El talento sobra. El barrio te amotina, te deja sin la ilusión. Tenés muchas más cosas para perderte que para salir adelante. Tus amigos son delincuentes, sicarios, gente que vos querés. Y tenés que estar centrado para no ir por el mal camino. El camino correcto es el más difícil y tarda años, no lo hacés de la noche a la mañana. A mí me costó 10 años convertirme en El Zarpado. Lo mismo pasa del lado contrario, si vivís en un country capaz no tenés retos".
Acerca del por qué de su próximo documental, el artista confiesa: "Me doy cuenta que hay muchos pibes que la pasan mal con la droga, por más que los findes se la den en la pera y sonrían. Cuando llegan a su casa la cosa cambia. Durante la semana tenés los efectos y no está tan bueno. 'Culo, tetas y falopa' es algo que como artista decido dejar de lado. Me siento exitoso cuando alguien se siente identificado con mi música, comentó el artista acerca de sus expectativas como artista y lo que representará su documental Metamorfosis.
"Va a ser una experiencia. El plan es frenar 100% el consumo y ponerme a prueba. Quiero sacar el potencial que tengo realmente. Recibo 500 mensajes por día de gente que no puede salir de la droga y a mí me pasa lo mismo. Se viene la limpieza total y un cambio 360°, voy a ir a la casa en que me crié y a hacerla ahí adentro. 90 días ahí documentando todo y haciendo mi propio álbum. El Zarpado son todos los que crean en el poder de uno, en el amor propio", concluyó.