En medio de las tensiones con los gobernadores, el presidente Javier Mieli vetó la ley que establecía el reparto de Adelantos del Tesoro de la Nación (ATN), que la Cámara de Diputados había sancionado a fines de agosto en el que obligaba al Estado nacional a transferir a las provincias de manera automática y diaria los fondos.
El proyecto tiene como objetivo coparticipar los fondos del Tesoro Nacional para atender desequilibrios financieros y emergencias provinciales de forma más equitativa. Sin embargo, tras su denegación, el Ejecutivo argumentó que la ley de coparticipación vigente (23.548) no incluye los ATN, ya que “difieren sustancialmente de la masa coparticipable de distribución automática” y constituyen un “instrumento extraordinario y de aplicación discrecional por parte del Poder Ejecutivo en su carácter de administrador general del país”.
Este jueves, el Senado logró quórum para buscar rechazar el veto del Presidente al proyecto impulsada por todos los gobernadores. El kirchnerismo, la UCR y bloques provinciales reunieron el número de 39 legisladores para habilitar el debate en el que buscan que el reparto de los fondos a los distritos se realice de forma automática.
Qué son los ATN y cuál es su importancia en la Argentina
La iniciativa promovida por los gobernadores establece que la distribución de los Adelantos del Tesoro de la Nación (ATN) sea automática, utilizando los mismos porcentajes de la coparticipación y plantea eliminar los fideicomisos alimentados por el impuesto a los combustibles líquidos, lo que permitiría incrementar la participación provincial del 10,4% actual a un 58,36% de esa recaudación.
Las mismas representan el 1% de la masa coparticipable que se recauda por tributos federales. Si bien su creación es automática, la distribución es discrecional. En ese sentido, es el Gobierno quien decide cómo y cuándo girarlos, con el objetivo de asistir a provincias en emergencia o con desequilibrios financieros.
Actualmente, el 42,34% de lo recaudado por impuestos federales queda en manos del Estado nacional, y el 56,66% se distribuye automáticamente entre las provincias y la Ciudad de Buenos Aires según los coeficientes fijados en la Ley de Coparticipación de 1988. Mientras que el 1% restante conforma el fondo ATN, sin criterios de reparto preestablecidos.
Desde la asunción de Javier Milei, en 2024 solo se distribuyó el 7%, según un informe de Politikón Chaco. Además, ocho distritos, entre CABA y Córdoba, no recibieron transferencias.