En la antesala de un año electoral cargado de definiciones, con las legislativas bonaerenses de septiembre y las nacionales de octubre en el horizonte, la consultora en imagen política Daniela Aruj desvela el proceso detrás de la construcción de los candidatos.
En un contexto de alta polarización y la necesidad de los partidos políticos de definir sus estrategias, se explica que la clave del éxito no es "fabricar" personajes, sino potenciar la autenticidad de los aspirantes para que puedan conectar de manera genuina con el electorado y transmitir un proyecto sólido.
"La construcción de un candidato parte del deseo y la voluntad de un actor político de presentarse a una elección con un proyecto sólido", señala Aruj. "A partir de ahí, un equipo de comunicación lo que puede hacer es ayudarlo a transmitir esa capacidad, a tender puentes con la gente", agrega.
La experta remarca que la oratoria es una herramienta que se puede aprender: "Algunos nacen con un don natural y otros, con entrenamiento, logran perfeccionarse. No se trata de inventar un personaje ni de que el electorado vote algo que no es real; siempre se trabaja sobre lo más genuino del candidato".
La estratega en imagen también marca una diferencia clave: "La narrativa es más estable que el relato". En ese sentido, distingue tres grandes caminos de posicionamiento: El natural, cuando una figura llega a la política con un reconocimiento previo, fruto de su actividad profesional, deportiva o social; el inducido, cuando un tercero lo instala a través de la polarización con otro actor político; y el construido, cuando la comunicación trabaja para ubicarlo en la mente del elector.
En todos los casos, el denominador común es la autenticidad. "El desafío no es fabricar candidatos, sino potenciar lo que tienen de verdad. Lo demás, la gente lo detecta enseguida", concluye Aruj.