El expresidente peruano Pedro Castillo fue condenado este jueves por la Corte Suprema a 11 años y 5 meses de cárcel tras ser hallado culpable de conspiración para cometer una rebelión. La sentencia se relaciona con los hechos ocurridos en diciembre de 2022, cuando Castillo intentó disolver inconstitucionalmente el Congreso, un intento fallido que desencadenó su inmediata destitución y arresto.
El panel especial del alto tribunal también impuso al exmandatario, de 56 años, una inhabilitación para ejercer cargos públicos por el término de dos años. Castillo permanece detenido desde el día de su arresto.
La sentencia condenatoria se extendió a dos exministros del gabinete de Castillo por el mismo delito. Una de las figuras condenadas es la exprimera ministra Betssy Chávez. Su situación presenta una complejidad diplomática, dado que se encuentra actualmente asilada dentro de la Embajada de México en Lima, país con el cual el Gobierno peruano rompió relaciones diplomáticas a raíz del asilo otorgado. Tanto Castillo como sus exministros tienen la posibilidad de apelar el fallo emitido por la Corte Suprema.
Este fallo contra Castillo marca la segunda condena a un expresidente peruano en la misma semana, evidenciando la profunda crisis política y judicial que atraviesa el país andino. Apenas el miércoles, un tribunal diferente había condenado al también exmandatario Martín Vizcarra a una pena de 14 años de cárcel por haber sido encontrado culpable de recibir sobornos durante su ejercicio como gobernador de una región del sur antes de asumir la presidencia.
Castillo, quien asumió la presidencia en 2021 sin experiencia política previa, se destacó por ser el primer mandatario de la historia de Perú proveniente de una humilde comunidad agrícola, llegando al poder con la promesa de ser un defensor de los sectores más pobres de la nación. Su llegada al cargo representó un sismo político en el país, enfrentando una constante tensión con el Congreso desde el inicio de su mandato hasta su intento de disolución.
Tras la destitución y detención de Castillo en 2022, fue sucedido por su vicepresidenta, Dina Boluarte. Sin embargo, la inestabilidad política continuó, y Boluarte también fue destituida en octubre, en medio de un gobierno profundamente impopular y el aumento de la inseguridad y la criminalidad en la nación. El actual presidente de Perú es José Jerí, quien anteriormente se desempeñaba como titular del Congreso.