El operativo policial contra la organización narco Comando Vermelho ya es, oficialmente, el más letal en la historia del estado de Río de Janeiro, con cifras que superan los 130 muertos. Lo que se planificó como una intervención para ejecutar órdenes de arresto se convirtió en un escenario de guerra que demostró hasta dónde llega el nivel de expansión y el poder de fuego de la facción narco más antigua de Brasil.
La intervención de este martes se enmarca en la Operación Contención, una iniciativa del gobernador Cláudio Castro, del Partido Liberal de Jair Bolsonaro, para frenar el avance del grupo criminal. Tras una investigación de la División de Represión de Narcóticos (DRE) que se extendió por más de un año, los tribunales de Río emitieron órdenes de arresto contra 51 de sus integrantes, incluido Edgar Alves de Andrade, alias Doca, su principal líder fuera de prisión.
Con ese objetivo, el gobierno estadual desplegó unos 2.500 policías en los complejos Penha y Alemão, en la zona norte de Río. A pesar del alto grado de riesgo, las autoridades esperaban que se tratara de un operativo de rutina más: se habían establecido puntos de control y una ruta determinada para entrar y salir de los barrios; la intervención terminaría, como máximo, en las primeras horas de la tarde.
Sin embargo, los agentes se encontraron con una reacción sin precedentes por parte del Comando Vermelho, que los enfrentó durante más de 12 horas e incluso utilizó drones para lanzar granadas. Al mismo tiempo, bloqueó de manera coordinada las calles de acceso a los complejos y las principales rutas de la región metropolitana, provocando un caos de transporte que afectó a miles de personas.
Muertos Brasil Masacre Rio de Janeiro 29 octubre 2025
La cifra de muertos, que este martes era de 64, ya superó los 120.
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La violenta respuesta y la muerte de cuatro agentes, dos policías y dos militares del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), llevó a que las autoridades decidieran extender el operativo a las zonas boscosas que rodean los barrios, donde varios delincuentes se habían ocultado. De allí, los vecinos recuperaron este miércoles unos 60 cuerpos que se sumaron a las 64 muertes registradas el martes.
La operación terminó con 132 fallecidos, 81 detenidos y 93 fusiles incautados. El saldo letal cuadruplicó el de otras intervenciones realizadas durante el gobierno de Castro, como la de Jacarezinho en 2021, con 28 víctimas, y la del complejo de Penha en 2022, con 23 muertos. A pesar del despliegue, Doca no fue localizado. Fuentes de la Policía citadas por O Globo afirman que el cuartel general del Comando Vermelho nunca ha sido tan impenetrable.
Las claves del megaoperativo en Río de Janeiro
El operativo policial a gran escala ordenado por el gobernador Cláudio Castro provocó el cierre de avenidas, la suspensión de servicios de transporte y el cierre de comercios, con más de 200 mil residentes afectados en distintos barrios. "La ciudad está conflagrada", describió el periodista Lucas Rocha, corresponsal en Río de Janeiro, en diálogo con Argenzuela por C5N.
"Tenemos una situación de conflagración social que fue organizada por el gobernador. Hacer el operativo de la manera que fue hecha fue un intento de operación electoral, un plan político del gobernador Cláudio Castro para lograr su elección como senador de la República", denunció.
La acción, dirigida contra células del Comando Vermelho (Comando Rojo), incluyó enfrentamientos en múltiples favelas y el despliegue de vehículos blindados. Sin embargo, según Rocha, "no hubo motivos claros para realizar los operativos en esos barrios" y advirtió que "fue una operación desastrosa del gobierno de Río de Janeiro".
Claudio Castro - gobernador Río de Janeiro
El gobernador de Río, Cláudio Castro, fue cuestionado por el operativo.
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Para Rocha, el trasfondo del operativo va más allá del crimen organizado. "Este operativo puede explotar una ola de violencia que no estábamos viviendo. Río no tenía una situación pacífica, pero tampoco un escenario de conflicto como el que podemos llegar a ver en los próximos días", advirtió.
El periodista también cuestionó la falta de estrategia a largo plazo: "Es necesario que enfrentemos el crimen organizado, pero con otras formas. Es inexplicable que un dron sea utilizado para atacar a la policía. ¿Cómo llegó esa tecnología a los grupos criminales? El problema es anterior a estos operativos, pero la respuesta no es la más correcta", afirmó.