El papa Francisco realizó este domingo un llamado a un alto el fuego inmediato en Líbano y todo Medio Oriente, en el cierre de una visita de tres días a Bélgica. "Hago un llamado a todas las partes para que cese inmediatamente el fuego en Líbano, en Gaza, en el resto de Palestina, en Israel", dijo el sumo pontífice, para añadir que "demasiadas personas siguen muriendo día tras día en Oriente Medio".
Pero, por ahora, esa posibilidad parece lejana. El ejército israelí anunció que llevó a cabo nuevos bombardeos contra depósitos de armas e infraestructuras del movimiento islamista proiraní Hezbolá en Líbano."En las últimas horas, aviones de combate alcanzaron objetivos terroristas de Hezbolá en Líbano, incluyendo lanzacohetes orientados hacia el territorio de Israel, instalaciones de almacenamiento de armas y sitios de infraestructura terrorista", declaró el ejército en un comunicado.
Más temprano, Israel había informado que había matado a otro dirigente de Hezbolá en un ataque aéreo la víspera en la periferia sur de Beirut, después de eliminar al poderoso jefe del movimiento islamista libanés, Hasán Nasralá.
El ejército "eliminó al terrorista Nabil Qauq, comandante de la unidad de seguridad" de Hezbolá y miembro del Consejo central de la organización proiraní, indicó en un comunicado.
"Nabil Qauq estaba considerado como cercano a la cúpula de la organización terrorista Hezbolá, y estaba directamente implicado en la promoción de planes terroristas contra el Estado de Israel y sus ciudadanos, incluso estos últimos días", añadió el ejército.
El anuncio se produjo al día siguiente de que Hezbolá confirmara la muerte de su carismático líder, Hasán Nasralá, el viernes en un bombardeo israelí de una intensidad inédita contra el cuartel general del movimiento chiita al sur de Beirut.
La muerte de Nasralá, que era considerado el hombre más poderoso de Líbano, constituye una gran victoria de Israel frente a su archienemigo Irán y sus aliados, pero empuja a la región a terreno desconocido.
"Saldamos nuestras cuentas con el responsable del asesinato de innumerables israelíes y muchos ciudadanos de otros países", celebró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
"La senda" de Nasralá "continuará y su objetivo sagrado se realizará con la liberación de Jerusalén", prometió por su parte Irán.