El Gobierno de México confirmó, este martes, el avance de la negociación bilateral con Estados Unidos para desactivar la amenaza de una penalización económica. El presidente estadounidense, Donald Trump, impulsó la imposición de un arancel del 5% a productos mexicanos ante el presunto incumplimiento del país latinoamericano en la entrega de agua estipulada en el Tratado Binacional de 1944. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó su optimismo sobre el desenlace del diálogo, que será virtual, y aseguró que su propuesta beneficia a ambas naciones.
El conflicto se intensificó luego de que Trump acusara a México de adeudar más de 800.000 acres-pies de agua, una cantidad que, según el líder estadounidense, afecta gravemente a la agricultura y ganadería de su país. Trump fijó como fecha límite el 31 de diciembre de 2025 para que México libere 200.000 acres-pies, y el remanente en las semanas siguientes. Sheinbaum adelantó que la delegación mexicana lleva propuestas concretas para asegurar el cumplimiento de la entrega del líquido pendiente antes de fin de año y durante el próximo ciclo.
Desde el Palacio Nacional, la presidenta argumentó que las dificultades para cumplir con las cuotas del tratado se deben principalmente a dos factores concurrentes. Por un lado, una sequía “extraordinaria” impactó al país entre 2022 y 2023. Por otro lado, existen limitaciones evidentes en la infraestructura del ducto que debe transportar el agua hacia el Río Bravo, zona crítica de la frontera compartida.
El Tratado de 1944 obliga a México a entregar un total de 2.185 millones de metros cúbicos de agua del Río Bravo en ciclos quinquenales. A cambio, el país recibe anualmente 1.850 millones de metros cúbicos del río Colorado. No obstante, Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), informó que México solo ha entregado cerca de una tercera parte de lo estipulado para el ciclo en curso. Esto deja un pendiente de 1.000 millones de metros cúbicos, que el país busca reponer.
Donald Trump puso fecha límite para resolver el conflicto hídrico y México se muestra abierto al diálogo
La mesa de negociación incluye funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Internacional de Límites y Aguas. México sostiene su voluntad de proteger el derecho al agua de sus comunidades y busca un equilibrio que satisfaga las necesidades agrícolas a lo largo de la frontera compartida, con la participación activa de los gobiernos de los estados fronterizos como Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua.
Este conflicto hídrico subraya la compleja interdependencia entre ambos países en temas de recursos naturales. La imposición de aranceles representaría un duro golpe económico para México, por lo que la resolución de este diferendo se vuelve un tema prioritario en la agenda bilateral y trasciende la simple disputa por el recurso para convertirse en un pulso político de alta tensión.