La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Finul) expresó este sábado su temor a que la intensificación de la ofensiva israelí contra Hezbolá en Líbano desemboque en un conflicto regional "catastrófico", sumado al otro frente abierto en Gaza, donde Israel combate a Hamás.
El conflicto en Líbano amenaza con "convertirse muy pronto en un conflicto regional con consecuencias catastróficas para todos", afirmó Andrea Tenenti, portavoz de la Finul, quien añadió que los enfrentamientos entre Israel y el movimiento islamista libanés Hezbolá causaron "muchos daños" en sus posiciones.
La fuerza de la ONU informó que otro casco azul fue herido este viernes y se convirtió en el quinto en dos días, cerca de la frontera con Israel por disparos de procedencia desconocida. En ese sentido, acusó al ejército israelí de disparos "repetidos" y "deliberados" contra sus posiciones.
Por su parte, el ejército de Israel afirmó que Hezbolá disparó cerca de 320 proyectiles contra el país en pleno Yom Kipur, el día más sagrado del judaísmo, que terminó el sábado al atardecer. Además, Hezbolá aseguró que atacó con misiles una base del cuerpo armado israelí al sur de la ciudad de Haifa.
El Ministerio de Salud libanés informó que al menos 15 personas murieron por bombardeos israelíes contra tres localidades situadas fuera de los bastiones del proiraní Hezbolá. Además reportaron ocho heridos en Nabatieh, a unos 10 kilómetros de la frontera entre ambos países, tras un ataque de Israel sobre un mercado.
Israel intensificó, desde el 23 de septiembre, la campaña militar contra la milicia proiraní y una semana después inició incursiones terrestres en Líbano. Tanto la guerra en Gaza como el conflicto en Líbano han ido acompañados de una escalada entre Israel e Irán, que lanzó cerca de 200 misiles contra su archienemigo el 1 de octubre.
La Finul se negó a abandonar el sur de Líbano
La fuerza de la ONU en Líbano se negó a retirarse cinco kilómetros más al norte, hacia territorio libanés, como había solicitado el ejército israelí, que la atacó varias veces, desatando una fuerte protesta internacional.
"Las fuerzas israelíes nos pidieron que abandonáramos nuestras posiciones en la Línea Azul, desde la frontera hasta cinco kilómetros de la Línea Azul (...), pero hubo una decisión unánime de quedarnos, porque la bandera de la ONU debe ondear en esta zona", explicó la portavoz de la fuerza que cuenta con 10.000 cascos azules.