Cuatro cuerpos más de rehenes fueron entregados por Hamas al Comité Internacional de la Cruz Roja y luego recibidos por las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza, según informaron este martes el Ejército y el servicio de inteligencia Shin Bet en un comunicado conjunto. La devolución se produjo horas después de que Israel acusara al grupo islamista de incumplir el acuerdo de alto el fuego alcanzado días atrás.
A primera hora del martes, el gobierno israelí había denunciado que Hamas solo había devuelto cuatro de los 28 cuerpos de rehenes fallecidos, pese a que el pacto contemplaba la entrega total de los restos junto con la liberación de los cautivos sobrevivientes. La situación tensó nuevamente las negociaciones, apenas un día después de que fueran liberadas veinte personas con vida y devueltos los primeros cuerpos.
La primera transferencia se realizó el lunes, cuando Hamas restituyó a la Cruz Roja los cuerpos de cuatro israelíes, identificados como Guy Iloz, Bipin Joshi y otras dos víctimas cuyas familias pidieron mantener reserva, además de los 20 rehenes sobrevivientes.
Con esta nueva entrega, el número de cuerpos recuperados asciende a ocho, aunque Israel sostiene que al menos veinte más permanecen en Gaza. Desde Jerusalén, el gobierno de Benjamin Netanyahu volvió a exigir que el grupo libere la totalidad de los restos y cumpla lo pactado en el marco del alto el fuego, que incluyó también la excarcelación de unos 2.000 prisioneros palestinos.
En paralelo, la tensión regional se mantiene alta. Desde Tel Aviv, el enviado especial de C5N, Gabriel Michi, mostró las secuelas de los ataques lanzados por Irán en junio pasado, en plena escalada con Israel. “Estos fueron los misiles iraníes. Las bombas fueron de tal impacto que destruyeron varios edificios cerca del consulado estadounidense”, relató el periodista. “Lo que se busca con este acuerdo de paz es que estas imágenes queden en el pasado”, agregó.
Israel insiste en que el cumplimiento total del pacto será una condición indispensable para sostener la tregua y avanzar en un proceso que, por ahora, sigue marcado por la desconfianza y la incertidumbre.