El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió extender por otros 90 días la tregua arancelaria con China, evitando que las tarifas estadounidenses sobre productos chinos suban hasta el 145%, mientras que los aranceles chinos sobre bienes estadounidenses alcanzaran el 125%. De no haberse prorrogado, la medida habría implicado un virtual embargo comercial entre ambas potencias.
La decisión se anunció a pocas horas del vencimiento del plazo original, fijado para este martes 12 de agosto. “Veremos qué pasa. La relación es muy buena con el presidente Xi Jinping y conmigo”, afirmó Trump en una rueda de prensa, sin brindar detalles sobre posibles avances en las negociaciones.
Actualmente, los aranceles de Estados Unidos a las importaciones chinas se mantienen en un 30%, que incluye una tasa base del 10% y un 20% relacionado con gravámenes específicos aplicados en respuesta al problema del fentanilo. China, por su parte, sostiene un arancel del 10% sobre productos estadounidenses, en un contexto de reducción de tensiones tras meses de conflicto comercial.
La tregua original fue acordada en mayo durante negociaciones en Ginebra, Suiza, estableciendo una pausa de 90 días para facilitar nuevas conversaciones. Sin embargo, en la reunión posterior de julio en Estocolmo no se anunció un acuerdo para extender el plazo.
Funcionarios y analistas esperan que esta prórroga permita avanzar en temas clave, como las compras agrícolas, los controles de exportación y la capacidad industrial. Trump había instado días atrás a China a cuadruplicar sus compras de soja estadounidense, aunque luego no reiteró la demanda. Además, Washington presiona para que Pekín detenga la compra de petróleo ruso, con amenazas de aplicar aranceles secundarios si no cumple.