El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos anunció este jueves una serie de regulaciones para bloquear la atención médica a menores transgénero a nivel federal.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., aseguró que los procedimientos de cambio de género constituyen “negligencia médica” y no medicina real. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) anunció que impugnará las normas en los tribunales.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos anunció este jueves una serie de regulaciones para bloquear la atención médica a menores transgénero a nivel federal.
Las nuevas normas propuestas prohibirían a los hospitales participar en los programas Medicare y Medicaid si suministran bloqueadores de la pubertad o realizan cirugías a menores, eliminando además cualquier cobertura federal para estos tratamientos.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., lideró el anuncio bajo la premisa de que estos procedimientos constituyen “negligencia médica” y no medicina real. Además, afirmó que “estos procedimientos no cumplen con los estándares de atención reconocidos profesionalmente” y los calificó como “mala praxis”.
La medida incluye acciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que envió cartas de advertencia a fabricantes de dispositivos como fajas mamarias para el tratamiento de la disforia de género. Asimismo, el director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), Jay Bhattacharya, confirmó que se dejará de financiar investigaciones sobre la transición de género, calificando tales estudios como “ciencia basura”.
Desde el ámbito médico, la Dra. Susan Kressly, presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, denunció que la interferencia política pone en peligro a las familias. “Permitir que el Gobierno determine qué grupos de pacientes merecen atención sienta un precedente peligroso”, señaló.
A pesar de que las principales asociaciones médicas del país defienden la atención de afirmación de género como un estándar clínico vital, el gobierno de Donald Trump sostiene que su enfoque prevalecerá. El Dr. Mehmet Oz, administrador de los servicios de salud pública, reforzó que la exclusión de hospitales de los fondos federales será la herramienta principal para forzar el cumplimiento de la norma.
Este anuncio coincide con la aprobación en la Cámara de Representantes de un proyecto de ley que busca criminalizar con hasta 10 años de cárcel a los médicos que brinden estos tratamientos a menores. No obstante, la medida legislativa aún debe enfrentar el escrutinio del Senado, donde el apoyo no está garantizado a pesar de la mayoría republicana.
Por su parte, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) anunció que impugnará las normas en los tribunales, calificándolas de “ataques crueles e inconstitucionales”. Ante la posibilidad de litigios, Kennedy Jr. respondió desafiante: “Si la gente nos demanda, están en su derecho”, asegurando que la administración confía plenamente en la legalidad de su nueva política sanitaria.