El presidente estadounidense Donald Trump desmintió este viernes que su administración pensaba realizar de manera inminente una operación militar terrestre en Venezuela.
Este jueves, The Wall Street Journal publicó un informe en el que aseguraba que el Pentágono tenía identificados aeropuertos y puertos para ordenar un inminente bombardeo.
El presidente estadounidense Donald Trump desmintió este viernes que su administración pensaba realizar de manera inminente una operación militar terrestre en Venezuela.
El rumor había surgido el último jueves, cuando The Wall Street Journal publicó un informe en el que se aseguraba que el Pentágono tenía identificados objetivos en suelo venezolano que incluyen puertos y aeropuertos bajo control militar a los que Washington acusa de estar relacionados con el narcotráfico, especialmente con el Cártel de los Soles. Luego, este viernes, Miami Herald publicó que el siguiente paso podría ser “cuestión de días u horas”.
Una operación militar de Estados Unidos en suelo venezolano escalaría a un nuevo nivel las tensiones en la región, lo que podría desencadenar en una guerra abierta entre ambos países.
Desde inicios de septiembre, la Casa Blanca lanzó unos quince ataques extrajudiciales contra 16 embarcaciones, entre ellas, un submarino, presuntamente dedicadas al tráfico de drogas en aguas del Mar Caribe y del oceáno Pacífico. Al menos, 61 personas fueron asesinadas en estas ofensivas.
Sin embargo, Trump negó que tenía pensado atacar objetivos en tierra venezolana. Ante la pregunta de los periodistas que lo acompañaban a bordo del avión presidencial Air Force One rumbo a su residencia en Mar-a-Lago, en el estado de Florida, si era verdad que había decidido realizar una operación militar directa contra el gobierno de Nicolás Maduro, él respondió: "No, no es verdad".
Estos rumores sobre ataques norteamericanos en otros países no son los primeros que suceden bajo la última gestión de Trump. En junio pasado, The Wall Street Journal también había adelantado que la Casa Blanca planeaba bombardear tres bases de enriquecimiento y almacenamiento de uranio en Irán. Primero, el presidente estadounidense negó esta versión y se fue, como en esta misma ocasión, a jugar al golf en Mar-a-Lago. Días después, los misiles cayeron sobre las bases de Fordow, Natanz e Isfahán.