Donald Trump prohibió el ingreso de dirigentes de Irán al sorteo del Mundial y la AFA lo cruzó

El vicepresidente del ente rector del fútbol mundial, el canadiense Víctor Montagliani, advirtió que "es torneo de la FIFA, bajo la jurisdicción de la FIFA, y la FIFA toma esas decisiones".

La preparación para la Copa Mundial de Fútbol 2026, organizada conjuntamente por Estados Unidos, México y Canadá, se vio ensombrecida por un conflicto geopolítico histórico que amenaza la logística y la participación normal de una de las selecciones clasificadas. El Gobierno estadounidense, liderado por el presidente Donald Trump, implementó restricciones de viaje que afectan directamente a la delegación de la Federación de Fútbol de Irán (FFI), encendiendo alarmas a menos de dos años del inicio del torneo.

Las tensiones se intensificaron en las últimas horas tras la denuncia de la FFI sobre la prohibición de ingreso a territorio estadounidense de figuras clave para el fútbol iraní. Entre los afectados se encuentran el presidente de la entidad, Mehdi Taj, y el entrenador de la selección nacional, Amir Ghalenoei, a quienes se les denegó la visa para asistir al sorteo del Mundial programado para diciembre. Además de ellos, la FFI confirmó que otros siete directivos de la federación también tienen acceso restringido a Estados Unidos, complicando la representación oficial de Irán en actos pre-competencia.

El origen de esta controversia se remonta a una orden ejecutiva del presidente Trump que prohíbe el ingreso al país a ciudadanos de 19 naciones específicas por consideraciones de seguridad. Irán se encuentra en esta lista, lo que generó preocupación inmediata en la FIFA y entre los organizadores tan pronto como la selección iraní aseguró su cuarta clasificación consecutiva al certamen intercontinental el pasado marzo. Si bien el mandatario aseguró que los jugadores y el cuerpo técnico tendrían permiso para ingresar, las restricciones a directivos, periodistas y aficionados iraníes persisten.

La polémica migratoria se superpone a las declaraciones de Trump, quien no solo apunta a los países históricamente enemistados, sino que también amenazó con excluir del torneo a ciudades estadounidenses que, a su juicio, estén gobernadas por "lunáticos de la izquierda radical" y sean "un poco peligrosas". Específicamente, mencionó a San Francisco y Seattle.

Ante el bloqueo migratorio, la FFI elevó su queja, solicitando formalmente que todos los partidos de su selección nacional durante el Mundial de 2026 se disputen en México y Canadá, buscando así evitar cualquier complicación relacionada con la entrada a Estados Unidos. Adicionalmente, Irán pidió la intervención directa del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con el objetivo de encontrar una solución diplomática y asegurar que la política no interfiera en el desarrollo normal del evento deportivo.

La situación forzó una declaración del vicepresidente de la FIFA y presidente de la Concacaf, el canadiense Víctor Montagliani, quien le marcó la cancha a Trump y reafirmó la independencia del ente rector del fútbol mundial. "Es el torneo de la FIFA, bajo la jurisdicción de la FIFA, y la FIFA toma esas decisiones", sentenció Montagliani, enfatizando el carácter supranacional del evento. "El fútbol es más grande que los líderes mundiales, sobrevivirá a sus regímenes, a sus gobiernos y a sus eslóganes", concluyó, enviando un claro mensaje a la administración estadounidense.

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