Kiev y Moscú se acusan mutuamente de destruir parcialmente una represa en el sur de Ucrania, que causó la evacuación de varias localidades por las inundaciones y que generó riesgos ecológicos por el vertido de material contaminante.
Kiev y Moscú se acusan mutuamente de destruir parcialmente una represa en el sur de Ucrania, que causó la evacuación de varias localidades por las inundaciones y que generó riesgos ecológicos por el vertido de material contaminante.
El episodio ocurrió este martes en la represa hidroeléctrica de Kajovka, ubicada a 60 kilómetros de la ciudad de Jersón, es una infraestructura clave del sur de Ucrania porque abastece de agua a la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014.
Además, el evento elevó el alerta en la planta nuclear de Zaporiyia que usa el agua de esa presa para refrigerar sus reactores. Tanto esta instalación como la represa hidroeléctrica fueron tomadas por las tropas rusas durante la invasión de Rusia que empezó en febrero de 2022.
Las autoridades rusas acusaron a Kiev de destruir la construcción a partir de lo que denunció como "múltiples ataques". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, habló directamente de un "sabotaje deliberado" y denunció: "Este acto de sabotaje podría tener consecuencias muy graves para decenas de miles de habitantes de la región".
En este sentido, las autoridades ucranianas apuntaron a Rusia por el atentado para "frenar" la contraofensiva que Kiev preparó para recuperar el terreno perdido en el sur y el este del país.
Por otra parte, el representante de la ofensiva militar ucraniana en Jersón, Oleksander Prokudin, detalló que varios pueblos quedaron totalmente o parcialmente inundados, tras lo cual debieron evacuar la población de la zona.