Mondongo & Coliflor se instala como una bocanada de nostalgia bien interpretada. Emplazada en una esquina centenaria del barrio, esta cantina de Parque Chacabuco revaloriza la simpleza como virtud y pone al sabor por encima de cualquier pretensión estética. Lejos del artificio y del minimalismo de moda, acá la consigna es clara: cocinar con memoria, corazón y abundancia. El resultado es una carta que dialoga con el pasado sin quedar atada a él, un espacio donde el aroma a tortilla y a guiso convive con un aire nuevo de barrio en movimiento.
Comandado por Arnaldo Roperti, José Villar, Quique Yafuso y Cabito Massa Alcántara, el proyecto nació del deseo de volver a creer en los platos que marcaron a los argentinos en la infancia. La ambientación, que conserva los aires de bodegones de antaño, con sillas de madera, vajilla esmaltada y detalles que rinden homenaje al patrimonio barrial, refuerza esa idea. En un salón cálido y amplio, y en la doble vereda que se adapta al clima porteño, el ritual de comer se vuelve familiar y emocional, con un servicio atento, cercano y sin vueltas.
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Qué se puede pedir en Mondongo & Coliflor
La propuesta gastronómica arranca con una sección de entradas que resume el espíritu de la casa: empanadas de mondongo y de tortilla, lengua a la vinagreta, ensaladilla rusa con galletas y una provoleta grillada con rúcula, tomate confitado y panceta que combina lo popular con una vuelta gourmet bien pensada. El mostrador vibra con guiños caseros: conservas, escabeches, guarniciones típicas como coliflor gratinada o boniato con manteca, todo hecho en el lugar. Las pastas no se quedan atrás, con sorrentinos de coliflor, portobellos y gouda, tallarines verdes y ñoquis, con salsas tradicionales y reconfortantes, como fileto, salsa bechamel y bolognesa.
Entre los principales, los comensales no dudan en elegir las milanesas de carne y de pollo, que salen hasta en versión fugazzeta, tortilla de papa en sus múltiples variantes (clásica, con cebolla, y a la española), revuelto gramajo y filet de merluza para los amantes de lo simple. Uno de los hits de la casa es el osobuco de cerdo braseado durante ocho horas, servido con un aligot elástico y untuoso. También hay platos de edición invernal como polenta con carrilleras, pastel de bife de chorizo o guiso de lentejas con huevo orgánico. El guiso de mondongo, ícono del nombre y del alma del lugar, se mantiene todo el año.
La parrilla acompaña con cortes emblemáticos como entraña, bife de chorizo, asado banderita y achuras, junto con una parrillada para compartir. Además, se luce una carta XL de sándwiches servidos en ciabatta de masa madre, como el de milanesa con lechuga y tomate, el de bondiola con cebolla caramelizada o el de bife de chorizo con mayonesa de chimichurri, todos con papas fritas y bebida incluidas. La propuesta dulce está pensada para todos los paladares: hay flan casero con dulce y crema, almendrado, Martín Fierro y Charlotte, junto con hits contemporáneos como la mousse de chocolate, la crème brûlée o el affogato con helado, café, Baileys y praliné.
Para maridar, hay vinos tintos y blancos de bodegas argentinas, cervezas clásicas y una selección de aperitivos que evocan los bares de antes, como su vermut de la casa infusionado con naranja y earl grey, que sirven con un sifón de soda. De lunes a viernes, el menú ejecutivo completa la experiencia con una opción rotativa de principal, junto con un budín de pan de postre y bebida sin alcohol a $13 500.
Dónde queda Mondongo & Coliflor
Del Barco Centenera 1698, esquina Saraza, Parque Chacabuco.
Cómo llegar a Mondongo & Coliflor
Las líneas de colectivo que llegan al local de Parque Chacabuco son el 26 y 7, también el 4, el 42 y el 135.
Más información en Instagram:@mondongoycoliflor