¿Nueva tendencia? Qué es mejor, dormir en una cama doble o en una cama individual

La calidad del descanso se convirtió en una prioridad frente al ritmo acelerado de la vida urbana. En ese contexto, las camas individuales están ganando terreno como una alternativa versátil, práctica y funcional para distintos tipos de usuarios, desde parejas hasta personas que viven solas o en espacios reducidos.

Su formato compacto, facilidad de mantenimiento y la posibilidad de adaptarse a diversas necesidades las convierten en una opción inteligente, especialmente en ciudades donde el espacio disponible es limitado. Incluso algunas familias eligen este tipo de camas para los más chicos, ya que existen modelos que crecen junto con ellos.

Más allá de la clásica cama matrimonial, cada vez más personas consideran que dormir por separado puede traducirse en un sueño de mayor calidad. La comodidad personalizada, la privacidad y el ahorro también influyen en esta tendencia que no deja de crecer.

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Qué es mejor para la salud: dormir en una cama de una plaza o de dos plazas

Aunque la cama doble suele asociarse con mayor confort y espacio, las camas individuales ofrecen beneficios que impactan directamente en la calidad del descanso. Para muchas parejas, especialmente aquellas con distintas rutinas o sensibilidad a los movimientos nocturnos, inclinarse por dos camas de una plaza ubicadas juntas pero con ropa de cama separada es una solución eficaz para lograr un mejor sueño y sin interrupciones.

Además, en contextos urbanos donde el espacio escasea, elegir una cama individual permite una mejor organización del mobiliario, mayor circulación de aire y un uso eficiente del ambiente.

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Desde el punto de vista práctico, las camas de una plaza también resultan más fáciles de mover, limpiar y mantener, lo que favorece un entorno más saludable. En habitaciones compartidas, aportan independencia y privacidad, mientras que para los más chicos, existen modelos evolutivos que acompañan su crecimiento. Y por si fuera poco, representan una alternativa más económica tanto en la compra inicial como en los costos asociados a la ropa de cama.