No los tires tan rápido: cada día se consumen miles de medicamentos en blísteres, frascos y cajas que, una vez vacíos, terminan en la basura común. Sin embargo, estos envoltorios no son simples residuos: así podés reciclar los envases de los remedios que ya usaste.
El problema es que muchos desconocen cómo y dónde reciclarlos. Al mezclarse con otros desechos, los envases de remedios se convierten en un foco de contaminación que tarda años en degradarse. Por eso, diferentes iniciativas ambientales y programas de economía circular están trabajando para darles un destino sustentable.
Lo llamativo es que, gracias a la tecnología y la creatividad, los blísteres y frascos de remedios pueden transformarse en objetos útiles como mobiliario urbano, insumos para la construcción o nuevos productos plásticos. Así, lo que parecía desecho peligroso se convierte en una oportunidad para cuidar el planeta.
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La forma llamativa es que lo que parecía “basura peligrosa” puede convertirse en muebles, elementos de construcción o insumos para la industria gracias a la tecnología de separación y reutilización.