¿Los gatos son celosos?

Muchos humanos aseguran que sus compañeros felinos sienten celos de otras mascotas o miembros de la familia. Qué dice la ciencia y cómo evitar este comportamiento.

Muchos humanos convivientes con gatos están seguros de afirmar que su compañero felino siente celos, ya sea por otro gato, por una persona o por cualquier miembro de la familia. Se suben encima, demandan atención y hasta parece que se enfadan si otro está recibiendo más caricias que ellos. Pero, ¿esto es una percepción o es real?

En el año 2020 se realizó un estudio en la Universidad de Córdoba, en España, que consistía en tomar de parámetro a 57 gatos domésticos de todas las edades y evaluar cómo reaccionaban ante dos objetos diferentes: por un lado, un almohadón común y corriente con pelo sintético similar al de un gato, y por el otro, un muñeco de peluche con apariencia de gato. Tanto el peluche como el almohadón tenían en el exterior el mismo tejido.

Se evaluó entonces cómo reaccionaba cada gato cuando su familiar humano u otra persona acariciaba el almohadón y cuando acariciaba al otro gato de mentira. El experimento se dividió en dos fases: la fase de observación y la fase de acercamiento.

En la primera, los humanos se dedicaban por 15 segundos a acariciar a los objetos, o bien al peluche o bien al almohadón, e incluso a dedicarles palabras de cariño. El gato real, al mismo tiempo, presenciaba la escena desde cierta distancia sin que se le permita acercarse a su humano, quien tampoco podía interactuar con él.

Ya en la fase de acercamiento, se dejaba el gato real suelto y se evaluaba durante 30 segundos cuál era su reacción: si se acercaba a su humano, al objeto extraño o no hacía nada. Los gatos caseros tuvieron la reacción de acercarse mucho más a los objetos acariciados y, en comparación, mucho más al gato de mentira que al almohadón.

Es importante destacar que en ningún momento del estudio los gatos demostraron comportamientos agresivos como bufidos o violencia física. Los científicos entonces comprobaron que los gatos no muestran signos de celos tan evidentes u obvios como, por ejemplo, retirar el elemento que recibe cariño del lado de sus humanos, como puede hacer un perro.

Esto los llevó a pensar que o bien los gatos no manifiestan tanto sus celos o bien eran muy conscientes de que el gato que su humano estaba acariciando era de mentira. Los resultados, entonces, no son concluyentes, ya que si bien se han visto signos de curiosidad que pueden atribuirse a celos, no se ha terminado de concluir que sea un sentimiento tan similar al de los humanos como se creía.

De todos modos, si pese al estudio creés que tu compañero felino demuestra signos de ser un poquito celoso, podemos darte un par de consejos para intentar evitar este comportamiento. Lo primero, relacioná a su rival con algo positivo, entendiéndose "rival" como el objeto o la persona hacia la cual el grato siente celos. Una manera de hacer esto es darle a tu gato algún premio cuando este rival esté delante.

Si el rival es otro gato u otra mascota, y si ves que no hay un grado fuerte de agresividad, podés fomentar que se relacionen entre ellos, por ejemplo jugando. Y evitá la competencia por los recursos (comida, arenero, etcétera): que cada uno tenga a disposición sus propios recursos en su propio espacio.

Si está celoso de una persona, por poner un ejemplo, la nueva pareja de su humano, se puede hacer una terapia de olor dejando a mano prendas de ropa que huelan a la persona nueva para que se acostumbre a su presencia y deje de verla como una amenaza.

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