La ciencia ha demostrado que el ejercicio regular no solo mejora la salud, sino que también potencia las capacidades cognitivas y la memoria. Un estudio de la Universidad de Harvard reveló que la actividad física moderada durante seis meses puede aumentar el tamaño de regiones cerebrales asociadas con la memoria y el pensamiento. Este hallazgo subraya la importancia de mantenerse activo para proteger y mejorar la función cerebral.
Investigaciones recientes han mostrado que los adultos mayores que ejercitan su cuerpo mantienen niveles más altos de proteínas cerebrales que favorecen la conexión entre neuronas, mejorando así la memoria. Este efecto protector se ha observado incluso en personas con signos de demencia, lo que sugiere que nunca es demasiado tarde para comenzar a hacer ejercicio. La actividad física se convierte en una herramienta valiosa para la salud cognitiva.
El ejercicio también podría reducir la inflamación relacionada con la edad, un factor que afecta negativamente al cerebro. Especialistas resaltan que, aunque resolver crucigramas puede ser beneficioso, las pruebas apuntan a que la actividad física es más efectiva para mejorar la salud cerebral. Así, integrar ejercicio en la rutina diaria se presenta como un camino clave para fortalecer la memoria y la cognición.
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Estos ejercicios serán claves para tu cerebro.
Cuáles son los mejores ejercicios físicos para mejorar la memoria
Los mejores ejercicios físicos para mejorar la memoria son aquellos que combinan actividad cardiovascular y entrenamiento de fuerza, ya que ambos estimulan la circulación sanguínea y promueven la salud cerebral. Además, actividades que involucran coordinación y equilibrio pueden potenciar las conexiones neuronales. Incorporar una variedad de movimientos en tu rutina diaria es clave para maximizar los beneficios cognitivos.
1. Ejercicio aeróbico regular
Incrementa el flujo de sangre al cerebro y también aumenta el tamaño del hipocampo, la parte del cerebro que participa en la memoria verbal y el aprendizaje. Un estudio del 2017 halló un vínculo entre la poca actividad física y el riesgo de demencia. Los investigadores también obtuvieron imágenes por resonancia magnética de aproximadamente 2.000 personas de 60 años o más y hallaron que cuanto más activas eran, mayor era el tamaño de su hipocampo.
Los efectos protectores fueron más pronunciados en las personas mayores de 75 años, lo que ofrece más evidencia de que nunca es demasiado tarde para empezar.
2. Entrenamiento de resistencia
Un estudio del 2020 halló que seis meses de entrenamiento de resistencia pueden ayudar a evitar que se encoja el hipocampo en los adultos mayores.
Otro estudio comparó los efectos de dos tipos diferentes de ejercicio (entrenamiento de equilibrio y tonificación y de resistencia) realizados una o dos veces por semana durante 12 meses en mujeres de entre 65 y 75 años, y halló que el entrenamiento de resistencia produjo los mejores resultados para la memoria y otras métricas cognitivas.
3. Yoga
Un estudio de Universidad de California (UCLA) del 2016 halló que las personas de 55 años o más que se inscribieron en un programa de 12 semanas que consistía en una hora semanal de un tipo de yoga meditativo, junto con 12 minutos de meditación en casa, mostraron mejoras considerables tanto en la memoria verbal (la habilidad de recordar listas de palabras) como en la memoria visual espacial (la habilidad de encontrar y recordar lugares).
4. Taichí
Los adultos mayores que practicaron taichí durante 12 semanas tuvieron una mayor habilidad para realizar varias tareas en forma simultánea que quienes no hicieron esa práctica, según un estudio del 2018. También tuvieron mayor actividad en la corteza prefrontal, la parte del cerebro donde tiene lugar el razonamiento de nivel superior.
5. Baile
Un estudio de referencia que llevó a cabo el New England Journal of Medicine realizó el seguimiento de adultos mayores durante más de 20 años y halló que bailar regularmente redujo el riesgo de demencia en un 76%, el doble de la reducción asociada con la lectura. Más recientemente, un análisis del 2017 publicado en la revista Current Alzheimer Research determinó que las terapias con baile mejoran la función cognitiva en los pacientes con demencia.