La Provincia guarda rincones poco explorados que invitan a bajar el ritmo y reconectar con la historia. Entre ellos se encuentra Gorostiaga, una pequeña localidad ubicada a 145 kilómetros al oeste de la Ciudad de Buenos Aires, accesible principalmente por la Ruta Nacional 5.
Su esencia permanece casi intacta desde los tiempos del auge ferroviario. Su atractivo no reside en grandes centros turísticos ni propuestas masivas, sino en el valor de lo simple: calles tranquilas, arquitectura antigua y paisajes que remiten a otra época.
La cercanía con la capital porteña transforma a Gorostiaga en un destino ideal para quienes buscan una escapada corta, lejos del bullicio y la velocidad urbana. En apenas unas horas de viaje, el paisaje cambia radicalmente, dando paso a la tranquilidad propia de los pueblos del interior bonaerense, donde la calma y la historia conviven en cada rincón.
La atmósfera nostálgica de Gorostiaga se manifiesta en su antigua estación de tren, ahora en desuso, y en las construcciones históricas que se conservan con esmero. Estos elementos, junto con su plaza central y otros puntos emblemáticos, reflejan un pasado que aún palpita en la vida cotidiana del pueblo.
Gorostiaga
Gorostiaga: un destino turístico con historia y patrimonio a pocos kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Conoce la provincia
Dónde queda Gorostiaga
Ubicado a 145 kilómetros de la Capital Federal, Gorostiaga pertenece al partido de Chivilcoy. Se encuentra al oeste de la ciudad, rodeado de campo y con acceso a través de rutas provinciales. A pesar de su pequeño tamaño, su valor patrimonial y cultural lo convierte en un sitio llamativo para una excursión de día o una visita relajada de fin de semana.
Qué puedo hacer en Gorostiaga
El recorrido comienza por la Estación de tren, una estructura que aún conserva su fachada original y evoca los años en que el ferrocarril era el corazón del pueblo. También se puede visitar la Vieja Fonda, símbolo de la vida social de otra época, y la Plaza de las Colectividades, espacio central de encuentro vecinal. Otros puntos destacados son el Monolito Gorostiaga, que homenajea la historia local, y la Iglesia de Gorostiaga, que completa el circuito tradicional del lugar.
Para comer, se recomienda el restaurante La Luli, un tenedor libre muy popular entre los visitantes, donde se pueden degustar platos caseros en un ambiente familiar.
Cómo llegar a Gorostiaga
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La iglesia y la plaza conservan el espíritu original del pueblo y La Luli, el tenedor libre, completa la experiencia en Gorostiaga.
Conoce la provincia
Desde la Ciudad de Buenos Aires, el viaje en auto toma aproximadamente dos horas. La forma más directa es por Ruta Nacional 5 hasta llegar a Chivilcoy, y luego tomar un desvío hacia Gorostiaga por caminos señalizados. Aunque no hay transporte público frecuente, el acceso en vehículo particular es sencillo y permite recorrer la zona con comodidad.