Phillip H., un residente de Washington con raíces jamaiquinas, fue protagonista de una de las historias más particulares de la lotería estadounidense cuando logró ganar no uno, sino dos premios gordos de 500.000 dólares cada uno. La celebración inicial se transformó rápidamente en angustia cuando, después de cobrar el primer premio, el segundo billete ganador pareció desvanecerse en el aire.
Los tickets fueron adquiridos en una tienda de Anacostia Mobil, ubicada en el sureste de Washington D.C., y prometían cambiar su vida para siempre. Sus planes para el dinero eran claros y altruistas: realizar mejoras en su hogar y adquirir una camioneta nueva que le permitiría ampliar sus labores voluntarias en la comunidad. Pese a eso, el destino le tenía preparada una montaña rusa emocional antes de poder concretar sus proyectos.
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Cómo fue la historia de Phillip H, el estadounidense que se volvió millonario pero casi pierde su fortuna
El día que se dispuso a cobrar sus premios comenzó con normalidad cuando reclamó con éxito el primer medio millón de dólares. Los problemas comenzaron cuando se puso a buscar el segundo ticket ganador y descubrió que había desaparecido. La desesperación lo llevó a revisar sus bolsillos y su auto, pero la búsqueda inicial no terminó con el resultado que esperaba.
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La resolución del misterio llegó de la manera más inesperada cuando, entre una pila de viejos billetes de lotería destinados a la basura, apareció el ticket perdido. El hallazgo marcó el final de lo que Phillip describe como uno de los períodos más críticos de su vida. El alivio de recuperarlo anticipó la alegría por cobrar la totalidad del millón de dólares que le correspondía.