Ostende se erige como un verdadero templo a la nostalgia: se trata de un bodegón que trasciende lo gastronómico para convertirse en un punto de encuentro. Su propuesta es clara y conmovedora: recuperar la esencia de la mesa familiar que nos remite a la infancia y a las risas compartidas con amigos. Desde su ambientación, con mobiliario de los años 70, hasta su menú, cada detalle está pensado para transportar al comensal a esos momentos entrañables. De hecho, su nombre remite al balneario turístico, ya que varias generaciones guardan grandes recuerdos de viajes a esa parte de la costa.
Ostende es un espacio que invita a la sobremesa, a la charla y a disfrutar de platos abundantes, inspirados en las recetas de las abuelas, a base de carnes, pastas, arroces y frutos de mar que reconfortan el alma. Vale resaltar que, además, cuenta con opciones para todos los paladares, por ejemplo, los vegetarianos. Entre sus actividades, el 29 de cada mes el espacio vintage celebra el tradicional día de los ñoquis con variedades fuera de carta, juegos y sorpresas debajo de cada plato: una ocasión perfecta para pedir este clásico en un ambiente que hace sentir como en casa.
Qué se puede pedir en Ostende
Entre las entradas, Ostende ofrece una tentadora selección que incluye rabas clásicas con alioli, mollejas al verdeo acompañadas de papas rejilla y gambas a la provenzal con papas pay. Para los amantes del queso, los triángulos de mozzarella con salsa picante y pesto de kale son una excelente posibilidad. También se destacan los chipirones con salsa verde y pimentón, los mejillones a la provenzal con papas fritas y la tradicional tortilla de papa rellena de mozzarella.
Como principales, algunos recomendados son el arroz crocante (con langostinos, castañas y tomates confitados), la paella Ostende (con arroz, mejillones, pollo, alioli y morrón), el risotto de hongos de pino y liliáceas, los fettuccini con frutos de mar y tinta de calamar, la pesca del día (con guarnición de puré de papas, espinaca y Pangrattato) o la carne al horno (con demiglace, papas, batatas y boniato). También tienen pastas como los pappardelle con berenjena ahumada y los sorrentinos de roast beef con pomodoro.
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La casa cuenta con una sección ideal para compartir, con preparaciones populares como la milanesa de ternera a la napolitana, la milanesa de berenjena ahumada a la napolitana (opción vegetariana), la suprema de pollo a la fugazzeta y el matambre de cerdo a la napolitana. Todas estas alternativas pueden acompañarse con guarniciones a elección, como puré de papas, papas fritas, ensalada del día o papardelle Alfredo.
El apartado dulce de la carta exhibe postres tradicionales, como el tiramisú casero —para rendir tributo a la tradición italiana—, el vintage Almendrado (con praliné de almendras y chocolate semiamargo), el clásico flan casero, con chantilly y dulce de leche, y el flan Ostende, con un toque especial de caramelo salado y chantilly de lima.
La carta de bebidas sorprende con una cuidada selección de vinos y con las estrellas de la casa: los vermuts clásicos y las creaciones propias. Algunos recomendados son el Vermut Ostende (un blend de vermuts, salmuera, soda y aceitunas), el Mito de Ostende (Campari, rosso, soda y espuma de eneldo) y el Amalfitana Tonic (vermut blanco, cordial de hierbas y tónica).
Dónde queda Ostende
Ostende está ubicado en Virrey Loreto 3303, en el creciente circuito gastronómico de Colegiales, que fusiona la tranquilidad del barrio y la presencia de árboles y verde con una serie de propuestas para disfrutar de la buena cocina.