Así podés reciclar un envase de lavandina y que te quede como regadera

Una idea económica, útil y sustentable que se puede hacer en casa en menos de 10 minutos. Aquí, un paso a paso imperdible.

En el contexto actual de creciente conciencia ambiental, surgen cada vez más iniciativas que proponen reutilizar objetos de uso cotidiano con fines prácticos.

Una de estas ideas fue difundida por el canal de YouTube @VerdorConsciente, especializado en jardinería ecológica y reciclaje creativo. En uno de sus videos, se muestra cómo convertir un envase vacío de lavandina en una regadera funcional, ideal para quienes cultivan plantas en casa o en espacios reducidos como balcones y patios.

Esta solución no solo permite reducir el desperdicio de plásticos, sino que también promueve el uso consciente de recursos disponibles en el hogar. Con pocos materiales y en cuestión de minutos, es posible fabricar una herramienta útil y duradera sin necesidad de realizar grandes gastos.

reagaderaaa.webp

Esta es la mejor manera de reciclar los envases de lavandina

La táctica de este truco consiste en aprovechar las características del envase de lavandina: su resistencia, el formato ergonómico y la tapa a rosca, que facilita el control del flujo de agua.

regadera.jpg

Materiales necesarios

  • Un recipiente vacío de lavandina o detergente (preferentemente con tapa a rosca)
  • Un cúter, trincheta o cuchillo de sierra
  • Un marcador o fibrón
  • Un punzón o clavo (puede calentarse para facilitar la perforación)
  • Agua (para la prueba de funcionamiento)

Todos estos elementos suelen estar disponibles en la mayoría de los hogares, lo que convierte esta iniciativa en una alternativa accesible.

  • Limpieza previa: antes de comenzar, se recomienda lavar cuidadosamente el recipiente para eliminar cualquier residuo químico. Esto es fundamental para proteger la salud de las plantas.
  • Preparación de la tapa: se retira el borde interior de la tapa con ayuda del cúter, dejando espacio para que el agua pueda salir de forma más controlada.
  • Marcado de guía: con el marcador, se traza una línea sobre el pico del envase, que servirá como referencia para cortar un nuevo orificio.
  • Corte del orificio: siguiendo la línea previamente dibujada, se realiza un corte con precisión utilizando una herramienta filosa.
  • Perforación de la tapa: se hacen varios agujeros pequeños en la tapa, empleando un clavo calentado o un punzón. Estos orificios permitirán simular el efecto de lluvia de una regadera convencional.
  • Montaje final: la tapa perforada se enrosca desde el interior hacia el exterior del nuevo orificio para asegurar su fijación.
  • Prueba de funcionamiento: finalmente, se llena el recipiente con agua y se verifica que el flujo sea adecuado para el riego.

El resultado es una regadera casera eficiente, duradera y perfectamente apta para el uso cotidiano en jardines domésticos o balcones urbanos.

pote lavandina.webp

TEMAS RELACIONADOS