El Gobierno brindó los resultados de la primera licitación de deuda en pesos del mes de octubre: colocó $1,755 billones mientras que recibió ofertas por $2,602 billones, lo que significó un "rollover" del 45,68% en una licitación desafiante para la gestión libertaria: en medio de la volatilidad de tasas, el Tesoro decidió no convalidar tasas de interés altas y dejó desierta las colocaciones de letras con renta fija. En la subasta hubo demanda de cobertura con bonos dólar linked.
La Secretaría de Finanzas, que lidera Pablo Quirno, anunció la primera licitación del décimo mes del año, en la que aseguró: "Los instrumentos a tasa fija ofertados hoy reflejan un nivel de tasas que consideramos elevado y circunstancial en relación a los fundamentos económicos y por lo tanto han quedado desiertas cancelando deuda por $2,112 billones".
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En un escenario de extrema liquidez en el sistema financiero, con tasas de caución al 100% TNA promedio, el Gobierno enfrentaba vencimientos por $3,8 billones, uno de los montos más pequeños del año, con la particularidad de ser la última renovación de deuda en pesos antes de la elección legislativa del domingo 26.
La licitación estuvo marcada por el cambio en el menú que se vio reflejada en la poca oferta de instrumentos licitados: el Tesoro había anunciado 2 bonos a tasa fija y sólo 2 indexado al tipo de cambio. Será un desafío, entonces, la reacción del mercado tras esta licitación con más de $2 billones de pesos buscando cobertura, de cara a las elecciones nacionales de medio término.
Según la consultora Equilibra, tras las elecciones legislativas, "el Tesoro Nacional enfrenta vencimientos exigentes en manos de privados y bancos por $11,8 billones el 29/10 (1,4% del PBI), $10,5 billones el 5/11, $10,1 billones el 26/11, y $12,6 billones el 11/12, que concentrarán la atención del mercado".