Con apenas 18 años, el futbolista español Lamine Yamal volvió a levantar el Trofeo Kopa como mejor futbolista sub-21 del planeta, un premio que revalida por segundo año consecutivo y que lo posiciona como uno de los candidatos a ser el mejor del mundo.
No hubo sorpresas en la gala de France Football. El delantero del Barcelona era el candidato indiscutido y terminó imponiéndose a una nómina que incluía a su compañero Pau Cubarsí, a los parisinos Joao Neves y Désiré Doué, y al central del Real Madrid Dean Huijsen. Nombres de peso, pero que poco pudieron hacer frente al magnetismo de Yamal, convertido en líder de la nueva camada de cracks.
El 2025 de Lamine viene siendo soñado: fue figura central en el Barcelona de Hansi Flick, brilló junto a Raphinha y Pedri, y resultó determinante para la triple conquista de Liga, Copa del Rey y Supercopa. Quedó a un paso de la final de Champions, el Inter lo eliminó en semifinales, pero aun en la derrota su nivel fue de los más altos de la temporada europea.
El dato que sorprende: Yamal todavía tiene edad para competir en tres ediciones más del Trofeo Kopa, aunque su horizonte ya no se mide en galardones juveniles. Su nombre empieza a sonar con fuerza para el Balón de Oro, donde también figura como nominado.
En el escenario, el joven agradeció al club, a la selección española y a su familia. Además dejó una declaración que ilusiona a los hinchas culé: “Espero poder seguir trabajando y conseguir muchos más”.