Ronaldo de Assis Moreira, más conocido como Ronaldinho, es uno de los mejores futbolistas de la historia. Brilló en el Barcelona y el Milan, ganó el Balón de Oro en 2005 y salió campeón del mundo en 2002 con la Selección brasileña. Sin embargo, una serie de problemas económicos lo dejaron con solo 6 dólares en su cuenta.
Tras su exitosa y extensa carrera, el delantero anunció su retiro del fútbol profesional en enero de 2018. A partir de ese momento, siguió trabajando en actividades vinculadas con el deporte como embajador del Barcelona, y también hizo dinero a través de publicidades, partidos de estrellas y participaciones en eventos como la Kings League.
A pesar de esto, no estuvo exento de polémicas y quedó cerca de la bancarrota en al menos tres ocasiones. La más reciente fue en noviembre de 2023, cuando el Gobierno brasileño quiso cobrarle una deuda de impuestos por sus propiedades y descubrió que el exjugador solo tenía 6 dólares en el banco.
El problema económico de Ronaldinho
El escándalo salió a la luz a finales de 2023 por una nota del medio británico The Sun. Según el reporte, las autoridades fiscales de Brasil ordenaron evaluar dos propiedades de Ronaldinho, una en Río de Janeiro y otra en Rio Grande do Sul, luego de que acumulara varias deudas en concepto de impuestos.
En ese momento, la intención era determinar si las propiedades podían ser embargadas para saldar la deuda ya que, cuando los inspectores fiscales quisieron debitar el dinero de la cuenta del exdelantero, se encontraron con que no tenía fondos: solo había 6 dólares.
Esta situación no era nueva para el astro brasileño. Cinco años antes, en noviembre de 2018, ya le habían embargado autos de lujo y obras de arte luego de que él y su hermano, Roberto de Assis Moreira, fueran investigados por multas impuestas a su organización benéfica.
Ronaldinho también protagonizó otro escándalo en marzo de 2020, cuando fue detenido en Paraguay junto con su hermano después de que entraran al país con pasaportes falsos. Por esa causa pasó un mes en prisión y otros cuatro meses bajo arresto domiciliario.
El exdelantero quedó en libertad, pero gastó casi u$s2 millones entre fianzas y abogados y, según reportaron medios brasileños, para 2021 estaba cerca de la bancarrota. En esa ocasión se recuperó al ganarle una demanda por derechos de imagen al Atlético Mineiro por la que cobró u$s6 millones.